Los restos del marinero de la Fuerza Naval, Walter Ovidio Escalante Martínez, fueron sepultados en el cementerio municipal de Guaymango, Ahuachapán, bajo una serie de llantos y preguntas de familiares y amigos de la forma de cómo falleció.
Algunos miembros de la familia, incluso, se desmayaron cuando el féretro llegó hasta el camposanto, tras salir del cantón El Escalón, de Guaymango, de donde era originario.
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Sobre la forma de cómo falleció no existen mayores datos.
La Fuerza Armada emitió, el miércoles, un comunicado donde informó del fallecimiento de Escalante.
Los restos del marinero de la Fuerza Naval, Walter Ovidio Escalante Martínez, fueron sepultados en el cementerio municipal de Guaymango, Ahuachapán. Video EDH/Cristian Díaz
En el mismo consignó que “el marinero Escalante resultó con lesión superficial de arma de fuego a la altura del hombro derecho y golpe en la cabeza producto de impacto contra la embarcación, siendo evacuado al Hospital del Instituto Salvadoreño del Seguro Social de Sonsonate, donde falleció mientras era atendido”.
El hecho ocurrió mientras participaba en operación en contra del narcotráfico en mar territorial, de acuerdo al comunicado.
La familia se enteró de la muerte del efectivo militar el martes a las 2:00 de la madrugada, cuando empleados de una funeraria llegaron hasta la vivienda del ahora fallecido.
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“Estamos confusos de qué fue lo que pasó; nosotros no podemos decir de qué ha muerto, realmente no sabemos cómo fue. Nos dijeron (porque) a las dos de la mañana llegaron a buscarnos. Nosotros quisiéramos que investigaran. A nosotros eso nos ha dolido porque no sabemos de qué ha muerto”, expresó un cuñado del militar.
El luto en la familia del militar es doble porque apenas hace seis meses, aproximadamente, falleció el bebé de cuatro meses que tenía con su esposa, por causas que no fueron especificadas.
Escalante tenía apenas dieciocho meses de estar de alta en la Fuerza Naval.
Durante gran parte de su vida trabajó como corralero. Pero ingresó al Ejército por “servir a la Patria” y para tener mejores ingresos económicos porque “la vida está bastante seria”, expresó el padre, Miguel Escalante.
Él también lamentó de no conocer las causas exactas de cómo ocurrió el deceso del mayor de diez hijos
“Hasta la vez no sabemos bien la noticia; a nosotros nada más nos han dicho que él recibió un disparo y hasta ahí”, dijo el padre.
Decenas de personas llegaron al camposanto para despedir los restos del militar.
Miembros de la Fuerza Naval le rindieron un homenaje antes de depositar el ataúd en la tumba.
Todos los presentes coincidieron en señalar que Escalante era una persona servicial y que no merecía morir de la forma cómo ocurrieron los hechos.