En seis meses, la nueva Asamblea Legislativa liderada por Nuevas Ideas y controlada por Nayib Bukele ha puesto en aprietos las finanzas de El Salvador al dar luz verde a un endeudamiento acelerado.
Desde el 1 de mayo, la bancada de Nuevas Ideas y sus aliados de GANA y PCN y PDC han avalado más de $4,000 millones en deuda a través de diferentes instrumentos.
Aunque la deuda pública es una herramienta legítima y válida de financiamiento, para cualquier gobierno, economistas cuestionan que las decisiones han sido tomadas sin el mayor análisis ni discusión por parte de los diputados que responden al Ejecutivo.
“No hay un solo gobierno que no se haya endeudado. Lo que sí se puede afirmar es que esta legislatura es la que ha aprobado con mayor rapidez y casi nula seriedad técnica y política el endeudamiento”, dijo a El Diario de Hoy Tatiana Marroquín, economista y especialista en temas de Hacienda pública.
La experta explicó que en este periodo se ha recurrido a “préstamos, garantías solidarias del Estado y Fideicomisos”, los cuales, explicó, son “distintos mecanismos de endeudamiento en esta nueva legislatura” que sumados superan los $4,000 millones. Sin embargo, aclaró que solo en “los préstamos y garantías solidarias (en donde el Estado salvadoreño es fiador de una institución pública) la deuda aprobada supera los $2,800 millones”.
El economista Rafael Lemus lo aclara aún más: desde la toma de posesión de la nueva legislatura el 1 de mayo hasta agosto “ya habían aprobado y ratificado muchas operaciones de deuda que sumaban $2,571 millones, operaciones de deuda con impacto fiscal. Aparte había otros (decretos avalados) que eran para garantías soberanas que eran casi $300 millones más”.
Lemus explicó a este medio que no todo este dinero ha sido desembolsado hasta el momento. Sin embargo, el problema del endeudamiento acelerado es real y el gobierno se acerca al límite, señaló.
Además, indicó que “no se puede justificar aprobar una ráfaga de 16 operaciones en menos de cinco meses” e invitó a hacer las siguientes preguntas: “¿Puede el país pagar todo esto? ¿Este ritmo de endeudamiento lo podemos sostener?”
Lemus hizo eco de las calificadoras de riesgo que afirman que el país se está complicando al endeudarse arriba de su capacidad de pago.
Johnny Wright, de Nuestro Tiempo, destacó que su equipo ha recabado que la cifra de lo aprobado en deuda es $4,874 millones.
“Entiendo que de ese endeudamiento no entra directamente en la ley del presupuesto del año en curso sino hasta el 2022 y ahí también hay algunos cuestionamientos que han hecho calificadoras de riesgo en cuanto a una brecha que se ha planteado por el Ejecutivo de cerca de $500 millones, que en realidad anda por $1,000 millones”, afirmó el legislador.
El diputado René Portillo Cuadra, de ARENA, señaló que durante lo que va de la nueva legislatura cada martes se avalaba entre $50 millones y $200 millones, pero aseguró que “hasta hace más o menos un mes se ha dejado de hacer esa práctica, debido a que los créditos están paralizados”.
“En 180 días es un tiempo récord el endeudamiento de la Asamblea. Hay que tener claro una cosa, el endeudamiento aprobado por la Asamblea no todo ha sido entregado por parte de organismos financieros, porque estos no le están prestando al país, entonces el endeudamiento es de papel, porque El Salvador no está recibiendo dinero, los préstamos están detenidos”, subrayó Portillo Cuadra.
Poca seriedad
Más allá del acelerado ritmo de deuda, los expertos resaltan que el gobierno tramita con celeridad los proyectos que llegan de Casa Presidencial, lo que hace que millones en deuda se aprueben en tiempo récord y sin responder dudas importantes, como la necesidad de los fondos, el detalle del destino o las garantías de rendición de cuentas.
A esto, Marroquín lo consideró una “falta de seriedad técnica y política” de parte de la bancada cyan.
Situación es insostenible
De acuerdo con el economista Lemus, el gobierno que más se endeudó en los últimos 30 años fue el de Mauricio Funes que en cinco años adquirió $4,884.6 millones. El de Bukele en 27 meses, es decir menos de la mitad de su periodo, casi lo alcanza con $4,118.2 millones.
Ante esta apretada situación, al gobierno se le están acabando las opciones. Una de ellas es un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que ronda los $1,300 millones. Este, sin embargo, se encuentra en pausa y no parece haber disposición del presidente o su gobierno de generar el clima de confianza para facilitar el acuerdo. Esto implica actuar con transparencia y cesar los ataques políticos y golpes a la democracia.
De no ser este camino, Lemus teme que la opción que vea el gobierno sea asumir la reforma a las pensiones como una reforma fiscal y echar mano de los ahorros de los trabajadores salvadoreños.
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