“La necesidad me enseñó a hacer coronas”, Elsa Concepción, residente en San Miguel Tepezontes

Las coronas que confecciona generalmente son pequeñas y medianas, de $3,00 y $2,50, porque las grandes no suelen comprarlas en el pueblo.

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Ventas de flores en cercanías del mercado San Muguelito. Foto EDH/Lissette Monterrosa

Por Susana Joma

2021-10-29 9:00:44

Con gran delicadeza y pericia, Elsa Concepción Cerón de Pérez, una residente en San Miguel Tepezontes,en La Paz, da forma a unas coloridas flores de papel bond, mismas que horas después utilizará para dar forma a varias coronas que adornarán las tumbas de los difuntos del pueblo.

San Miguel Tepezontes es un municipio pequeño que limita al norte con el Lago de Ilopango y cuenta con aproximadamente 8,000 habitantes. Está en la ruta turística de Los Tepezontes y su actividad económica es la agricultura, específicamente el café.

Cerón de Pérez cuenta que lleva quince años haciendo coronas, pero que toma más de lleno cuando se acerca el Día de Difuntos, para el caso este año empezó a principios de octubre.

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“Anteriormente hacíamos de tuza de pajilla, de plástico, pero después hemos dejado eso y ahorita solo de papel bond tintadas. Hay rojo, amarillo, celeste, blanco, colores variados para ir intercalándolas”, explica la tepezonteña.

Ella sostiene que en la actualidad vende sus productos casa por casa y para fabricarlos no solo echa mano de papel bond, sino también de otros materiales como papel crespón, esterina, alambre de amarre y alambre especial para la flor.

“Lo que yo hago es hacer la rueda (con alambre de amarre) y las adorno con las florcitas, porque así el mercado es más fácil y se llevan a la puerta de la casa para que camine la venta”, explica.

Elsa Concepción comenta que hacer una corona le lleva como tres horas, así que en el día pude hacer una media docena, dado que ella las trabaja por ratos porque combina eso con las labores de casa.

Primero pinta el papel bond con añilina, luego se corta para elaborar la flor, posteriormente se amarran en el alambre, después las bañan con esterina para finalmente amarrarlas a la rueda de alambre.

Sobre qué la motivó a hacerlas, comenta entre risas que “se puede decir que la necesidad me enseñó a elaborar las coronas”, dado la urgencia de colaborar en el sostén de los cinco hijos que ha sacado adelante junto a su esposo Miguel, quien es un activo líder comunitario.

Explica que primero aprendió de forma autodidacta a hacer flores de tuza y pajilla, sin que nadie le dijera. luego casi de la misma manera también aprendió a hacer las de papel, sólo le bastó ver un par de veces desde lejos cómo una sobrina las preparaba.

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Los hijos de Elsa Concepción ya son adultos pero ella se ha quedado con la tradición de hacer las coronas, así como también piscuchas que vende en las tiendas de la localidad.

Ella sostiene que hacer las coronas no le resulta para nada tedioso, ni cansado, puesto que las hace de buena voluntad, incluso asegura que le sirve como terapia para desestresarse.

Las coronas que confecciona generalmente son pequeñas y medianas, de $3,00 y $2,50, porque las grandes no suelen comprarlas en el pueblo: “Yo trabajo en base a como la gente puede ir comprando”.

Cerón de Pérez explica que en el pueblo hay otras residentes que hacen flores para formar ramos, pero prácticamente casi solo ella se dedica a hacer coronas para difuntos en San Miguel Tepezontes.