El Juzgado Cuarto de Paz de Santa Ana decretó instrucción formal sin detención provisional para los dos empleados de una empresa distribuidora de gas, que estuvieron involucrados en una explosión en las proximidades del Mercado Central de Santa Ana, ocurrida el 4 de enero.
José Roberto Alas, de 54 años; y Elmer Adonay Funes, de 30, deberán de presentarse cada 15 días a un juzgado de instrucción.
Son procesados por el delito de lesiones culposas en perjuicio de la integridad física e infracción de las reglas de seguridad. El primero en perjuicio de 25 personas.
La Fiscalía había solicitado la instrucción formal sin detención para los imputados; por lo que ambos recuperaron su libertad desde el jueves anterior luego de que el juzgado recibiera el requerimiento.
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Mientras, el proceso de conciliación entre las víctimas y la empresa para la que laboran los dos sospechosos, no pudo darse debido a que la representante legal de esta última no tenía directrices para hacer dicho proceso.
Las víctimas podrán iniciar la conciliación en sede Fiscal o cuando se realice la audiencia preliminar.
La Fiscalía, paralelamente, está promoviendo la acción civil subsidiaria especial en contra de la empresa. Aunque aún no ha establecido un monto específico, lo estima en $5,000 por cada víctima, de acuerdo a una fuente judicial.
Mientras que el fiscal del caso, Carlos Rivas, expresó, tras la audiencia, que “se ha acreditado que hubo dos empleados quienes han infringido el deber objetivo de cuidado en el suministro de gas licuado y por ello, obviamente, resultan ser responsables. En los delitos culposos cada quien responde hasta donde llega su propia acción”.
La explosión ocurrió el 4 de enero cuando, según el requerimiento fiscal, los imputados se encontraban abasteciendo de gas, el cilindro de los hornos del negocio de comida rápida, ubicada en las cercanías del Mercado Central de Santa Ana.
Ambos se transportaban a bordo de un camión tipo cisterna, placas C 98-078. José Roberto Alas era el conductor; pero también tenía entre sus funciones la manipulación del sistema de despacho de GLP. Es decir controlar la salida del gas del camión cisterna a través de la manguera que se conecta al cilindro.
Elmer Adonay Funes era el encargado de verificar el correcto llenado del tanque estacionario, así como el encargado de evitar con ello cualquier falla en el equipo o de cerciorarse que el cilindro de gas cumpliera con los estándares de porcentaje de llenado establecidos.
Según la acusación que ha hecho la Fiscalía, Elmer Adonay enroscó en una válvula que se ubica en el suelo frente a la barra de despacho, ya que el tanque o cilindro está enterrado en el suelo. Dicha manguera se había disparado de la conexión y esto se debió a que el cilindro se encontraba al 100 por ciento de su capacidad máxima, cuando el límite permitido oscila entre un 85% a 90%, lo que provocó que la válvula de alivio o de seguridad no aguantara la presión, liberando el gas y dispersándose en el ambiente.
“Por ello, se observó una nube de gas y debido a que es un lugar donde habían cocinas encendidas se tomó la decisión de apagar las freidoras, pero de pronto se generó una explosión en la parte del techo, luego se escuchó una explosión bastante fuerte, saliendo llamas, situación que provocó que varias personas resultaran con quemaduras de diferente gravedad, provocando, como parte de la onda expansiva, daños materiales en la infraestructura del mercado municipal, de los negocios y puestos aledaños y mercadería de los vendedores de la zona”, consignó un comunicado judicial.
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