Clientes no pueden ingresar sin mascarilla, y otras medidas de seguridad implementadas en el mercado Central

En el mercado Central se han adoptado diversas medidas ante la emergencia por el COVID-19. Comerciantes aseguraron que este domingo la afluencia de clientes disminuyó, pero siguen vendiendo. Compradores dijeron que los precios y el abastecimiento de los productos no ha variado mucho.

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Foto EDH / David Martínez

Por Jaime López - David Martínez

2020-03-29 1:20:16

Una de las medidas a las que la Policía Nacional Civil está vigilante con todo el que ingresa al mercado Central de San Salvador es que lleve puesta la mascarilla.

Durante un recorrido este domingo por la mañana, se constató que los elementos policiales no permitían el ingreso de personas a este centro de abastos si no llevaban una mascarilla. Esa es una de las principales medidas de seguridad adoptadas en este mercado ante la emergencia por COVID-19. Además, el acceso sólo se ha habilitado por algunos portones, esto para evitar aglomeraciones.

Entre otras medidas implementadas es el cierre de algunos puestos. Por ejemplo, los puestos de venta de flores permanecen cerrados por disposición de las autoridades, pues sólo se permite la venta de productos de primera necesidad en los centros de abastos.

Mientras que en el edificio de las cocinas no todos han abierto, pues la disposición de “sólo para llevar” les ha causado baja en las ventas, aseguran los comerciantes.

David Mendoza, residente en la Zacamil, llegó el domingo por la mañana a realizar sus compras. A su juicio, en ese centro de abastos se estaban respetando las medidas sanitarias como reducción aglomeraciones, evitar tocar superficies, barrotes, utilizar mascarillas y tener medidas preventivas ante personas que tosían o estornudaban.

En general, la actividad comercial en unos de los principales mercados del país se desarrolla casi con plena normalidad. Sin embargo, los comerciantes dicen que hay reducción en la afluencia de clientes desde que comenzó el plan de emergencia nacional.

“Las ventas han bajado, la gente no está viniendo a comprar, ya empezamos a tener pérdidas; nos estamos rebuscando, llegamos a las 6:00 de la mañana y a las 2:00 p.m. nos vamos porque a las 3:00 p.m. cierran”, afirmó Ronald Alonso Miranda, quien comercializa verduras.

Un elemento de seguridad del mercado afirmó que la afluencia al lugar había bajado un 60 %, lo que favorecía las medidas sanitarias para prevenir el COVID-19 y que el horario especial por la emergencia era de 4:00 de la mañana a 3:00 de la tarde.

Foto EDH / David Martínez

Marlen Henrique, vendedora de frutas, afirmó que “algo se está vendiendo, el melón, la papaya y los guineos han subido un poquito”, pero aún así tenían salida, aprovechando que los puestos de los vendedores informales en las calles están inhabilitados.

Explicó que algunas frutas han subido hasta 30%  en su precio, y unas como el guineo incrementaron casi el doble de su valor.

Entre tanto algunos usuarios dicen que encuentran de todo, opinan que todavía no hay escasez y los precios no se han elevado, están aceptables.

Isaura Reyes se dedica a vender fritada de cerdo, un producto que lo compran para acompañar las bebidas alcohólicas en cantinas, bares y tabernas pero que ahora están cerrados. El negocio se ha venido abajo, dice.

Ana Pérez no vende comestibles sino artículos desechables como platos. Ella dice que aunque las ventas han bajado, se ha ido ganando para la “comidita”.

José Villalta salía del edificio 10 del mercado Central rumbo a su casa, después de haber realizado sus compras minutos antes. Manifestó que todo está normal, no hay cosa que no se encuentre. “Hay que rebuscarse para encontrar los artículos que necesitan, algunos productos sí han subido de precio como las cebollas”, dijo Villalta, que viajó desde la colonia Zacamil.

La generalidad de las percepciones de usuarios del mercado Central era que había existencia de productos, buenos precios, cada uno respetando las medidas sanitarias, de esa manera se expresó, Ramón Contreras de Soyapango.

El ambiente, dicen los salvadoreños, está más seguro que antes y eso se confirma con la presencia de los agentes policiales en las principales entradas del mercado y en el interior de la seguridad privada.

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