El Salvador tiene la tasa más alta de homicidios de mujeres

Un estudio de Funde reveló promedio de 11.9 asesinatos de mujeres por cada 100,000 habitantes. El dato, que supera a la tasa mundial de 2.3, está basado en cifras registradas entre los años 2015-2017.

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Sitio donde asesinaron a una mujer que llevaba maíz al molino. La mataron a balazos en Santa Cruz Michapa, departamento de Cuscatlán. Foto/Archivo

Por David Marroquín

2018-11-24 11:36:12

El Salvador posee una tasa de 11.9 homicidios de mujeres por cada 100,000 habitantes, lo que supera el promedio mundial de 2.3, según un estudio de la Fundación Nacional de Desarrollo (FUNDE) y la organización Espacio Ciudadano, y financiado por la Fundación Hanns Seidel, con sede en Alemania.

La cifra reflejada en el estudio, presentado ayer, revela que es la tasa de homicidios de mujeres más alta de la región centroamericana.

El estudio destaca además que la violencia contra las mujeres en todas sus manifestaciones se ha incrementado en los últimos dos años.

Lo anterior lo sustenta Funde con los datos de las autoridades de que atendieron 20,880 hechos violentos contra mujeres durante el 2017, lo que representó 370 casos más que en el 2016.

También resalta resultados de otro documento sobre hechos de violencia contra la mujer del Ministerio de Justicia y de la Dirección General de Estadísticas y Censos (Digestyc) para el período 2015-2017. En esos tres años hubo 21,037 casos de violencia física, 17,035 hechos de violencia sexual, y 21,037 denuncias de violencia patrimonial, según el informe. (Ver gráfica).

“A pesar de que hay un marco normativo internacional y nacional, no se perciben acciones concretas que indiquen una disminución de la violencia contra la mujer y muchos menos acciones de prevención para contrarrestar este complejo fenómeno”, señala FUNDE en sus conclusiones.

Agrega que “la cultura patriarcal es un aspecto que fomenta otros tipos de violencia contra la mujer, entre los que resalta la violencia sexual, física y patrimonial”.

Las cifras del Observatorio de la Violencia de Género contra las Mujeres de la onegé Ormusa revelan que el año 2016 tuvo la cifra más alta de feminicidios, cuyas víctimas tenían entre 15 y 29 años de edad. Solo en esa año se registró 217 casos.

En el transcurso del año pasado se registró 195 feminicidios y en el 2015 se tuvo 194 casos de asesinatos de mujeres jóvenes. El año 2010 también ha sido uno de los años más violentos en perjuicio de las mujeres con 180 homicidios.

FUNDE considera que la violencia contra las mujeres y los feminicidios son los problemas de violencia intrafamiliar más graves actualmente en El Salvador.

Trae a cuenta la encuesta de Planificación Familiar (FESAL) del 2008 para demostrar lo anterior.

La referida encuesta reveló cifras alarmantes de violencia intrafamiliar al destacar que casi la mitad de las mujeres salvadoreñas, casadas o acompañadas, había sufrido algún tipo de maltrato por parte de sus parejas a lo largo de la vida. Tal parece que esa situación aún no ha cambiado en los últimos diez años.

Otro aspecto que destaca el estudio de FUNDE es que las mujeres están expuestas a ser víctimas de cualquier hecho de violencia sin importar el grado académico o la renumeración económica que posean.

Cita como ejemplo los casos de la agente de la Policía Nacional Civil, Carla Ayala, desaparecida y asesinada por su colega Juan Josué Castillo Arévalo; la periodista Karla Turcios, cuyo esposo es acusado de haberla asesinado; y la médico Rosa Bonilla, asesinada supuestamente por su compañero de vida.

“Más allá de los homicidios, es importante reconocer que, en la propia familia de la víctima, ya sea esposo u otro parentesco, se encuentran los principales perpetradores de la violencia contra las mujeres”, se destaca en el estudio.

Agrega que “cuando estos casos saltan del plano privado al plano público, las mujeres son revictimizadas a lo largo de su vida por el sistema de justicia salvadoreño”.

Señala además que las causas y consecuencias de la violencia contra la mujer son intergeneracionales. Eso quiere decir, según el estudio, que en algunos casos, hombres y mujeres, han sufrido violencia doméstica por parte de sus padres, y es así como se repite el ciclo de la violencia de estas personas contra sus hijos.

Eso significa, según el estudio, que se acepta la violencia como un aspecto normalizado de la vida cotidiana. A lo anterior se le suma factores como el consumo de alcohol y drogas, la definición de roles de género y machismo que acentúan este fenómeno intergeneracional.

FUNDE lamenta que no se tenga una dimensión real y actualizada de la violencia contra las mujeres en el país, pues solo se tiene las estadísticas de las denuncias con respecto a ese fenómeno social.

“No existe una estimación actualizada de la prevalencia real de los casos de violencia contra las mujeres en El Salvador, ya sea cometida por sus parejas, exparejas u otras personas”, dice. Lo anterior a pesar de lo alarmante de las estadísticas, añade el estudio.

En ese sentido, FUNDE considera importante la necesidad de actualizar y de conocer la dimensión real de la violencia de género en el país.