El rincón de las antigüedades en el centro de la capital

En el lugar se exhiben piezas que proceden de los años 50 hasta los 80 que son utilizados por los clientes para decorar o dar un toque más añejo al lugar. Los visitantes se deleitan con cada uno de los artículos, con los que reviven el pasado o un mundo tecnológico.

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ANTICUARIO DEL CINE LIBERTAD. Juan José Aguilar es un vendedor de artículos antiguos y contemporaneos para coleccionistas y para la decoración que cuenta entre su mercadería teléfonos, cámaras, radios, grabadoras, rokolas y otro sinfín de artículos que vende a precios económicos. FOTO EDH / Francisco Campos.

Por Karen Salguero

2018-10-12 6:58:02

En uno de los negocios ubicado en la 6a. avenida Sur del Centro de San Salvador, recobra vida el pasado.
Algunos le llaman “un recorrido por la nostalgia”, mientras que otros lo denominan “un nuevo mundo al que desconocen”. Sin embargo, son cautivados por las piezas decorativas o artículos antiguos que estuvieron de moda muchos años atrás y que están a la venta en “Antigüedades Palacios”.

Conoce el rincón de las antigüedades en el centro de la capital

En el lugar se exhiben piezas que proceden de los años 50 hasta los 80 que son utilizados por los clientes para decorar o dar un toque más añejo al lugar. Los visitantes se deleitan con cada uno de los artículos, con los que reviven el pasado o un mundo tecnológico.

Frente a la puerta principal se encuentra un gigantesco radio de 1945, año en que finalizó la Segunda Guerra Mundial y que con su música atrae las miradas de los transeúntes que deslumbrados por su añejo diseño y funcionalidad, terminan entrando al negocio.

Otro de los aparatos más llamativos es un radio que fue utilizado en los barcos. El objeto tiene el mapa del mundo, las coordenadas y cronómetros, en la que los navegantes podían identificar los detalles del viaje que realizaban. Foto EDH/ Francisco Campos

“Llegar al local es ver cosas nuevas”, dijo Juan José Palacios, propietario del negocio.

Aunque los artículos han alcanzado una edad que los hace testigo del pasado, Palacios afirmó que para las personas se vuelven piezas novedosas, llamativas e interesantes porque integran el valor del pasado y los vestigios del momento cultural. Artículos que durante su apogeo no fueron visto por algunas generaciones o que no eran asequibles de obtener en aquel entonces.

Los más curiosos
Visitar el anticuario significa deleitarse con la historia del ayer. Palacios relata el origen, las anécdotas y cronologías de los artículos que fueron la principal atracción en los años 50, 60 y 70, y que actualmente lo continúan impresionando las nuevas generaciones.

Las piezas que están a la venta usualmente son utilizadas para decorar el hogar o como artículos de exposición y que dan un toque más arcaico y minimalista.

Entre los más curiosos se encuentra un majestuoso proyector de cine de 1956, que mide aproximadamente dos metros de largo.

“Este proyector es un patrimonio cultural del país y para el cliente se vuelve una pieza extraordinaria”, dijo Palacios, mientras mostraba el diseño.

En el anticuario ofrece diversos estilos de proyectores que van desde las décadas de los 50 hasta los 80. 

Otro de los aparatos más llamativos es un radio que fue utilizado en los barcos. El objeto tiene el mapa del mundo, las coordenadas y cronómetros, en la que los navegantes podían identificar los detalles del viaje que realizaban.

Al observar la pieza, los curiosos no dudan en presionar los interruptores y se sumergen en el pasado.

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Sin embargo, lo que más impresiona a los visitantes es la experiencia que viven a través de un micro televisor de la década de 1970. Pese a los años, el aparato funciona sin problema y Palacios lo enciende para que observen la televisión. Risas, asombro y hasta estupefactos son las reacciones que genera en los curiosos el micro televisor.

“Acá se cuenta hasta con monedas coloniales españolas que tuvieron origen en el año 1700, es decir, que tienen más de 200 años”, comentó Palacios, mientras mostraba parte de la colección.

De lo común a lo inusual
“Este negocio fue algo sin querer queriendo como dicen”, explicó riendo Palacios, quien en un principio se dedicó a un negocio de mantenimiento de pisos.

De acuerdo con el comerciante, la idea surgió hace 10 años cuando estaba pasando por un momento difícil en su antigua empresa, que debido a la innovación de materiales fue decayendo.

Los visitantes quedan asombrados al utilizar un micro televisor de 1970 que aún funciona y que sin mayor problema se pueden ver los canales locales. Foto EDH/ Francisco Campos

Preocupado y tratando de conseguir un nuevo trabajo, encontró en las antigüedades una opción rentable, algo que nunca imaginó pero que llegó la oportunidad hasta él.

“Vino hasta mi una prenda antigua y fue cuando me di cuenta de lo valiosas que eran. Yo quería un negocio poco común y Dios me lo concedió”, aseguró.

Aunque los inicios no fueron nada fácil, con el tiempo se fue haciendo de mas piezas antiguas y valiosas hasta conseguir una colección completa en diferentes artículos.

En Antigüedades Palacios el cliente podrá encontrar desde artículos de cámaras, máquinas de coser y escribir, teléfonos y planchas de hierro fundido; hasta enormes rockolas, radios, rollos de películas y demás.

Los precios varían según el tamaño y año de la pieza, pero el propietario del negocio aseguró que “da a un muy buen precio”.