De víctima a supuesto traficante de armas con grupos de pandillas pasó el agente policial que la tarde del jueves salió ileso de un ataque a tiros que sufrió en el cantón Maquilishuat, en Ilobasco, Cabañas.
Las investigaciones han orientado a las autoridades que los pandilleros intentaban cobrarle con su vida al policía, el haberles vendido una de cuatro armas largas -fusiles- en mal estado.
Esa versión fue corroborada al revisar el celular del agente atacado y en el cual habían audios que delatan las conversaciones y negociaciones que tenía con los maleantes en cuanto a la venta de armas.
Los pandilleros se proponían el jueves por la tarde acabar con la vida de su proveedor pero se les escapó, indican las autoridades.
El día del tiroteo, los agentes del puesto de San Isidro, en el departamento de Cabañas salieron a verificar el hecho. Al llegar al lugar de la balacera los policías se encontraron varios casquillos de fusil AK-47 y de escopeta calibre 12 mm, lo que habría despertado más interés por indagar.
Cuatro policías condenados por drogar y violar a joven en fiesta
Cuatro agentes destacados en Santiago Texacuangos cometieron el ataque sexual en diciembre de 2016, durante una fiesta navideña organizada por los policías.
En esas circunstancias, los efectivos salieron tras el destino de los hechores y le dieron seguimiento a un vehículo blanco, año 2012, cuyo conductor trató de esconderlo en Sensuntepeque.
Al no tener alternativa, el conductor se identificó como agente y les dijo a los policías que había sido atacado minutos antes en San Isidro, Cabañas.
Les confesó que estaba destacado en la Unidad de Servicios Especiales de la Delegación Policial de Soyapango, en San Salvador y que se hallaba de licencia o descanso.
Los agentes que lo entrevistaban no se conformaron con el dicho de la supuesta víctima, continuaron con su procedimiento y le revisaron el celular que portaba.
Dato y cifra
destituidos en los últimos tres años y medio por faltas y delitos. En 51 casos, la Inspectoría abrió investigaciones por vínculos con maras
Tras la revisión del celular, los agentes encontraron varios audios en los que se establecían supuestas conversaciones entre el policía atacado y miembros de pandillas y que solo lo incriminaban.
Entre los temas que abordaban en los diálogos era el disgusto de los mareros con el agente por el mal estado de uno de las cuatro fusiles que él, supuestamente les vendió.
Lo que dejó claro a la Policía es que “el negocio de las armas ya se había realizado”. Tras esas evidencias, las autoridades no tuvieron opción que capturar al agente por el delito de comercio ilícito de armas y está detenido en Sensuntepeque.