En El Salvador, según estimaciones del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), se produce un aproximado de 3,500 toneladas de basura diarias; de estas, solo 3,100 llegan a rellenos sanitarios.
Eso significa, que cerca de 400 toneladas de desechos sólidos no llegan a una disposición adecuada; es decir, que no son procesadas en rellenos sanitarios y se mantienen en botaderos a cielo abierto o generan acumulación en las ciudades, ríos y zonas costeras.
Además, se calcula que desde el 2009, la generación de desperdicios ha incrementado cerca de un 13 %.
Paralelo a la problemática de la basura, el territorio salvadoreño se enfrenta a otra dificultad: su población no recicla.
De acuerdo con el director de proyectos de Let’s do it, El Salvador, Douglas Montano, en el 2011 se reutilizaba el 14 % del total de desechos que se producían.
Seis años después, se ha determinado que aproximadamente, solo se procesa el 5 % de la materia.
Esta situación ocasiona diferentes afectaciones en el área urbana y la zona costera de El Salvador, la cual modifica y pone en peligro el estilo de vida de sus habitantes y el ciclo natural del ecosistema.
Montano mencionó que, a pesar que no se cuenta con la estadística concreta sobre cuál es el desecho que más afecta a los salvadoreños, los materiales orgánicos representan el 65 % del total de basura.
Dada su experiencia, los otros materiales que más se expulsan son las botellas y bolsas plásticas.
“Independencia de las Malas Acciones”
Ante este panorama y en el marco del Mes Mundial de la Limpieza, Banco Azul lanza su campaña de independencia con un enfoque diferente: hacer reflexionar a la población para eliminar el mal hábito de arrojar basura a las calles.
El presidente de esta institución bancaria, Carlos Araujo, aseguró que esta nueva campaña se mantendrá durante septiembre para concientizar a los salvadoreños sobre la importancia de mantener un país y un planeta limpio.
“Si hacemos que cada uno de nosotros crezcamos en la buena práctica de no botar la basura (en las calles), El Salvador va a crecer”, indicó Araujo.
Por otro lado, el director ejecutivo de Banco Azul, Óscar Armando Rodríguez, explicó que una nación limpia implica otros beneficios no solo ambientales, sino que trasciende a otros rubros como el turismo y la atracción de inversionistas extranjeros.
“Si viene un empresario de cualquier parte del mundo y ve que El Salvador está limpio, verá la imagen de un país ordenado y atractivo. La limpieza es un tema holístico para la economía nacional”, explicó.