El legado para los siguientes gobiernos es una gran hipoteca

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Energía Geotérmica, Chinameca, San Miguel.

/ Foto Por EDH

Por Paolo Lüers

2017-01-23 9:30:00

La Ley General de Electricidad reformó todo el sector energético, descentralizando la CEL, privatizando la distribución, creando empresas estatales de generación que compiten con los privados, y entes autónomos, que administran la transmisión (ETESAL) y administran las compras a los generadores (UT). Esta reforma se hizo necesaria, cuando luego de la guerra la economía salvadoreña arrancó creciendo y demandaba mayor energía a precios bajos.

UN GRUPO “DE FACTO”

¿Quiere el FMLN revertir esta reforma y esta ley? Parece que sí, si se escucha al hombre que Salvador Sánchez Cerén ha puesto como presidente de la CEL, David López, y quien “de facto” (en sus propias palabras) está reconstruyendo el “Grupo CEL”. López controla directamente la INE, que opera la planta térmica de Talnique, y es ahora dueña del 100 % de LaGeo, que se encarga de la generación geotérmica. Luego de un largo pleito legal con su socio estratégico italiano (ENEL), que terminó con la compra de sus acciones por unos 280 millones de dólares, López también controla LaGeo. Además, David López, excuñado de Medardo González, goza de plena confianza de la cúpula del FMLN. Incluso está siendo mencionado como posible integrante de la próxima fórmula presidencial del partido de gobierno. 

En la entrevista, López plantea con franqueza que “como David López, como persona de izquierda” nunca estuvo de acuerdo con la descentralización de la antigua CEL que manejaba todo: generación, transmisión, y distribución de electricidad. Propone crear nuevamente el “Grupo CEL”, ahora de facto, como ente corporativo que tenga su propio presidente y un equipo que “ve toda la parte financiera. El concepto es ver qué queremos para todas las empresas, para dónde vamos a ir, qué fortaleza le damos a cada una ”.

EL CONCEPTO DE INVERSIÓN PÚBLICA

Es una filosofía que apuesta a un Estado que no sólo regula, sino controla y administra el sector energético. Esta filosofía no apuesta a la competencia entre empresas públicas y privadas, sino al control del Estado. Y en la primera parte de la entrevista, ya explicó que para su pensar las inversiones energéticas hay que manejarlas como inversión de interés público, que no tiene que priorizar la recuperación de sus inversiones. Con esto, David López justifica que para el Estado siguen siendo rentables sus dos proyectos estrella, El Chaparral y la ampliación de la 5 de Noviembre, a pesar de que han sufrido explosiones de costos. 

En esta misma filosofía se enmarca que, para David López, fue una inversión el pago de 287 millones de dólares para comprar las acciones de la italiana ENEL en LaGeo, a pesar de que LaGeo tuvo que hipotecar sus futuros ingresos para financiar esta compra, y a pesar de que con esta compra no se aumenta en nada la capacidad de generación de LaGeo. Por lo contrario, sin el socio ENEL, la empresa ahora 100 % salvadoreña tendrá menos capacidad de inversión productiva y renovación tecnológica.

Guillermo Sol Bang, quien como presidente de CEL de 1993 al 2004 fue uno de los arquitectos de la conversión del monopolio estatal CEL en varias empresas competitivas, señala que “esta filosofía estatizante no quiere aceptar que las empresas públicas tienen que regirse con normas de rentabilidad. En manos de estos funcionarios, han enterrado casi 1,000 millones de dólares en proyectos mal planificados y pésimamente ejecutados, que no van a aumentar nuestra capacidad de generación; o en decisiones ideológicas y contraproducentes, como el desmontaje del único y además altamente eficiente Asocio Público Privado del país que era LaGeo: 200 millones (% de Noviembre) plus 418 millones (El Chaparral) – dos proyectos hidroeléctricos no rentables -; plus 284 millones para comprar las acciones de ENEL, lo que resta productividad a LaGeo; plus los millonarios gastos legales para sacar a ENEL del país. En suma son casi 1,000 millones de dólares que no los van a tener para invertir en LaGeo, en plantas de energía solar y en la presa Cimarrón que el país necesita para bajar el precio de la energía”.

Sol Bang comparte las opiniones de los profesionales de larga experiencia en CEL y LaGeo, que señalan que las diversas administraciones de CEL en los períodos de Saca, Funes y Sánchez Cerén van a dejar a los próximos gobiernos un complicado legado. “En vez de poder invertir en grande en energía barata y limpia, el próximo gobierno y los que siguen van a pagar por los pecados financieros y técnicos de estas administraciones desastrosas de CEL. Se va a tener que pagar por cien años los errores de la última década, sacrificando a los futuros 20 gobiernos por unos supuestos mal considerados e irresponsables de la actual administración de CEL”, dice don Billy.