Salvador Antonio Hernández siempre se ha rebuscado para salir adelante. Un día, ante la falta de oportunidades, se le ocurrió salir a vender minutas, pero no quería hacerlo de la manera tradicional, así que decidió montar su negocio en una lancha.
“Hace tres años le dije a mi abuelo que me ayudara a armar una plataforma para colocar las botellas con jarabe y el hielo, en un principio dudé si las vendería pero funcionó”, narró Salvador, quien tiene 27 años y vive en el cantón Dolores Apulo, de municipio de Ilopango.
Hernández, quien además de ser minutero es pescador, sale desde Apulo y se atraviesa el lago de Ilopango en su lancha minutera para llegar al cantón Joya Grande, del municipio de Santiago Texacuangos, donde ofrece sus minutas a los turistas, quienes admiran la creatividad del pescador.
Hernández es popularmente conocido en Apulo y Joya Grande como el Lanchero Minutero.
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“Hay mucha gente que no le gusta salir a caminar para comprar una minuta, yo se las llevo hasta la orilla del lago”, explicó.
La mejor época para la venta de minutas es el de vacaciones, principalmente las de fin de año, porque es cuando llegan más turistas.
Algunos turistas manifestaron admiración por la iniciativa del vendedor, además que era la primera vez que veían a un minutero en lancha.
Pero no siempre se vende, “la temporada más difícil para vender minutas es durante el invierno porque llegan pocos turistas, a veces me he tenido que refugiar debajo de un palo para no mojarme”, explicó.
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El comerciante aseguró que gracias a la venta de minutas ha logrado sacar adelante a su esposa e hija, quienes se han convertido en su motor para trabajar sin importar las inclemencias del tiempo.