Los hechos de violencia contra las mujeres en El Salvador han ido en aumento. La mayoría de víctimas son personas de entre los 15 y 29 años, mientras que los principales agresores continúan siendo familiares o personas cercanas.
En 2016, fueron registrados 20,510 casos de violencia contra ellas y un año después la cifra se elevó a 20,880, lo que equivale a 370 víctimas más, según las estadísticas del Sistema Nacional de Datos, Estadísticas e Información de Violencia contra las Mujeres, las cuales fueron recopiladas por la Dirección General de Estadísticas y Censos.
El informe, divulgado el miércoles por entidades de Gobierno, organizaciones que velan por la mujer y cooperantes como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, arroja que los asesinatos de mujeres disminuyeron entre 2015 y 2017.
El documento revela que en 2015 fueron asesinadas 574 mujeres en todo el país; un año después el número de víctimas fue de 524 y el 2017 cerró con 469 casos.
Sin embargo, este año la tendencia es al alza. Entre el 1 de enero y el 29 de mayo de este año, las autoridades registraron las muertes violentas de otras 173 mujeres. Las investigaciones apuntan a que la mayoría de ellas sufrió por mucho tiempo episodios de violencia. En algunos casos, hay niños que quedaron en la orfandad.
Las cifras -proporcionadas por la Policía Nacional Civil, la Fiscalía General, el Instituto de Medicina Legal y el Ministerio de Salud- también señalan que los delitos de violencia sexual fueron los que más incremento han tenido desde 2015.
Ese año, las instituciones reportaron 5,325 víctimas de delitos de violación, abuso sexual, acoso sexual, remuneración por actos eróticos, inducción a la pornografía, así como a la prostitución, exhibiciones obscenas, entre otros.
En 2016, la cantidad de casos se elevó a 5,602 y en 2017 hubo 6,108 víctimas.
Otro tipo de violencia que en el mismo periodo registró altibajos fue la patrimonial, la cual tiene que ver con las acciones o conductas que afectan la libre disposición de la mujer y que incluye daños a los bienes comunes o propios mediante la sustracción, destrucción o daño.
Las autoridades reportaron que en 2015 hubo 7,268 mujeres que fueron víctimas de hurto, robo, estafa, apropiación o retención indebida y daños. En 2016 esa cantidad bajó a 7,042 y el año pasado cerró con 6,727 casos.
Los casos de violencia física pasaron en 2015 de 7,277 a 7,037 en 2016. El año anterior hubo 7,189 hechos de este tipo.
En esos tres años, las autoridades también reportaron varios casos de violencia laboral contra las mujeres (despidos injustificados, acoso laboral, desigualdades y brechas salariales, discriminación, exclusión y marginación).
En 2015 hubo 244 víctimas; luego 170 y el año pasado fueron reportados 252.
Además, las muertes maternas sumaron 80 en 2015, 49 el año siguiente y 62 en 2017. Además, hubo una reducción de suicidios: las autoridades registraron 108, 86 y 73 casos respectivamente.
Más atención y denuncias
Aunque estos registros de violencia son alarmantes, los representantes de las diferentes instituciones y organismos que trabajan por el combate a los delitos contra las mujeres destacaron que se está mejorado y ampliando la atención a las víctimas.
“Estamos ante una alerta nacional por la violencia feminicida que requiere respuestas urgentes. Hay mujeres con derechos que esperan respuestas urgentes y efectivas”, Mónica Merino, representante residente en funciones del Pnud.
También destacan que la Policía así como la Fiscalía tienen unidades especializadas de atención a mujeres y que hay un conjunto de leyes que están sirviendo como herramientas legales para combatir los delitos contra féminas.
“La alianza estratégica Usaid y Pnud seguirá apoyando los esfuerzos del país para reducir la violencia contra las mujeres. Quiero hacer un llamado a la coordinación interinstitucional para disminuir la violencia contra las mujeres y fortalecer la seguridad en las comunidades, sostuvo Trevor Hublin, representante de Usaid.