“Con mi ventecita de pupusas había logrado sacar los pagos de mi casa”, el drama de los albergados de la Nuevo Israel
Numerosas familias están albergadas en el Instituto Nacional Técnico Industrial (INTI), luego que los estragos del paso de la tormenta Amanda dejara sus hogares inhabitables.
Teresa Martínez vio como perdía su casa el pasado fin de semana, cuando la tormenta Amanda elevó las aguas del Arenal de Monserrat. El esfuerzo de 20 años de trabajo se desmoronó en cuestión de minutos. Lo único que pudo rescatar fue una maleta con ropa para su hijo de 22 meses. En ese instante la impotencia envolvió su cuerpo y lo único que pudo hacer fue gritar en busca de ayuda.
Tras perderlo todo, se dirigió a la casa de la cultura que está cerca de la comunidad en busca de refugio. Al final del día, Teresa fue enviada al Instituto Técnico Industrial (INTI): habilitado como albergue para las personas de la Comunidad Nueva Israel.
Al día siguiente, Teresa tomó otra difícil desición: enviar a su hijo de 22 meses, su madre -una anciana de 75 años- y a su segundo hijo, que padece de asma, a donde su cuñada, lejos de ella. Lo hizo en vista de los posibles contagios por COVID-19 que se puedan registrar en el albergue. Actualmente solo su hija mayor se ha quedado a su lado.
Martínez es la cabeza de un hogar compuesto por cinco personas. Ella era la única que trabajaba, pues hace dos meses fue despedida de su trabajo debido a la pandemia del COVID-19.
Sin ingresos económicos y sin un hogar, no sabe qué hará una vez la emergencia por las lluvias termine y tenga que marcharse del INTI.
“Aquí, muchas personas tienen sus casas clasificadas como de alto riesgo, pero la tienen. Nosotros ya no tenemos a donde llegar cuando nos tengamos que ir”, expresa la mujer con lágrimas en sus ojos.