Dolce Cielo, el paraíso de los sorbetes con pétalos de rosa

Esa empresa familiar se dedica a la elaboración de sorbetes artesanales, produce 37 diferentes sabores, entre ellos destacan algunos poco comunes, como: aguacate, achiote, cúrcuma, sagú, chaparro con marañón y loroco, además de pétalos de rosa.

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Foto EDH / Ricardo Flores

Por Enrique Carranza

2019-01-05 7:24:19

¿Qué le parece la idea de probar un sorbete elaborado a base de pétalos de rosa? Pues ese es uno de los innovadores sabores que prepara Aracely Galdámez y su familia en la sorbetería Dolce Cielo.

La sensación que provoca esa mezcla de sabor y aroma de rosas en el paladar es increíble y difícil de explicar: el sabor a pétalos de rosas es suave y agradable y la cremosidad de la leche se percibe tras algunas fracciones de segundos.

Conoce los exquisitos sorbetes de pétalos de rosas elaborados en Chalatenango

El cantón Llano Grande de Concepción Quezaltepeque en Chalatenango, es el paraíso de los sorbetes artesanales únicos en El Salvador, la familia Galdámez se dedica a la producción de sorbetes con pétalos de rosas, una delicia para los amantes de los helados.

Dolce cielo se encuentra en cantón Llano Grande, municipio Concepción Quezaltepeque, en Chalatenango.

“Esa especialidad se produce desde hace un año, nació tras un viaje a Francia. Estando allá le llamé a mi hermana y ella hizo la primera prueba ”, comentó Aracely.

Foto EDH / Ricardo Flores

Algunos de los ingredientes utilizados en la preparación de ese sorbete son: pétalos de rosas (cultivadas en las montañas de la zona), leche y azúcar.

Para la preparación de ese sorbete, los pétalos son seleccionados y aseados; después son molidos con leche y azúcar.

Ya la mezcla es colocada en una máquina que la bate y la enfría por media hora, el resultado es el sorbete de pétalos de rosas, el cual es colocado en depósitos y preservado en congeladores.

Foto EDH / Ricardo Flores

“Se ha perfeccionado a prueba y error, no ha sido sencillo, pues se pasó desde buscar los ingredientes más adecuados, las cantidades necesarias, hasta el proceso”, explicó la empresaria.

Además, sostiene que esas flores poseen variadas propiedades que benefician la salud humana, y pone como ejemplo los productos de belleza elaborados con esa base. “Tienen antioxidantes, y considero que es mejor embellecer de adentro hacia afuera”, dijo Aracely, entre sonrisas.

Al momento de servir, el sorbete es colocado en conos o barquillos, que también son elaborados en la sorbetería. La idea es tener el control absoluto de la calidad de los productos.

Foto EDH / Ricardo Flores

Otros exóticos sabores

Dolce Cielo produce 37 diferentes sabores de sorbetes artesanales, entre ellos destacan algunos poco comunes, como los de aguacate, achiote, cúrcuma, sagú, chaparro con marañón y loroco.

El sagú es planta herbácea, en promedio de 25 centímetros de altura, posee muchos beneficios para el resguardo de la salud humana entre ellos: mejora la circulación, la presión sanguínea, la densidad mineral ósea, la función nerviosa y la digestión.

Mientras, la cúrcuma, una raíz de la familia del jengibre, nos puede ayudar con su poder antiinflamatorio. Su color amarillo anaranjado se lo debe a la curcumina, el fitoquímico que le otorga esa acción antiinflamatoria, pero también antioxidante y estabilizadora de los niveles de azúcar en sangre.

“Siempre seguimos innovando, se usa fruta cultivada por la familia, si no la tenemos la buscamos entre los productores locales”, añadió Aracely.

A la vez, consideró que en ese cantón de Chalatenango y el país en general hay mucho potencial y ese se impulsa hasta desarrollarlo.

Foto EDH / Ricardo Flores

Durante el primer semestre de 2019, Dolce Cielo planea trabajar más su línea de conos y barquillos, ya hay conversaciones con productores de Zacatecoluca, quienes se han de dedicado por generaciones a esos productos.

Además, a medio año, sumará 15 sabores más de sorbete.

La idea de montar una sorbetería en el cantón Llano Grande surgió de los negocios que por décadas han funcionado en pequeños pueblos de Italia, donde Aracely vivió por 20 años, desde 1998.

“Mis sueños son grandes, las culturas de otros países son grandes, sus estándares de vida son elevados, estoy muy contenta de mi experiencia en Italia”, sostuvo Aracely.

Iniciar el proyecto no fue fácil, una de las dificultades fue esperar casi un año el ingreso al país de las tres máquinas que baten y enfrían el sorbete.

Para contactar a Dolce Cielo: 2331-2786 y 6005-6794.

Foto EDH / Ricardo Flores