Doce policías y dos civiles irán a juicio por el caso del asesinato de la agente Carla Ayala

La jueza declaró como imputado rebelde a Juan Josué Castillo Arévalo, de indicativo Samurái, quien tiene ya casi dos años de estar prófugo por este caso.

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El Tribunal Especializado de Sentencia de la Mujer hará el juicio contra doce policías y dos civiles en el caso Carla Ayala, del 13 al 17 de diciembre próximos.. Foto EDH / Huber Rosales

Por David Marroquin/ V. Jurado

2019-11-28 5:24:16

El Juzgado de Instrucción de la Mujer decidió este jueves enviar a juicio a doce policías y dos civiles que son procesados en el caso del asesinato de la agente de la Policía, Carla Ayala, ocurrido la madrugada del 29 de diciembre de 2017.

La audiencia preliminar estaba agendada para el pasado 18 de noviembre y fue reprogramada en varias ocasiones en la misma semana.

El fiscal del caso, Arturo Cruz, explicó que la jueza consideró que hay suficiente evidencia de que once policías del extinto Grupo de Reacción Policial y dos civiles le ayudaron a escapar al exagente del ex GRP, Juan Josué Castillo Arévalo, de indicativo Samurái, principal sospechoso del asesinato de la agente Ayala.

La jueza declaró como imputado rebelde a Castillo Arévalo, quien tiene ya casi dos años de estar prófugo.

Cruz consideró además que el Juzgado de Sentencia de la Mujer deberá de programar en los próximos días la vista pública para evitar que dos de los ex agentes detenidos queden en libertad debido a que cumplirán los dos años en detención preventiva.

Aun cuando los dos acusados usen brazaletes electrónicos no garantiza de que puedan burlar a la justicia, se indicó.

Los imputados son procesados porque supuestamente ayudaron a Samurái a escapar el día de los hechos.

Los policías procesados son el subcomisionado, Julio César Flores Castro, exjefe del extinto GRP; el inspector, Pablo Estrada Villalobos; los agentes Wilfredo Deras, Ovidio Pacheco, Víctor David Castillo, Edgardo Alfonso Chavarría Castillo, y Alex Ovidio López Martínez; entre otros.

Fiscalía ha señalado que los procesados tuvieron algún tipo participación en la fuga de Samurai.

Algunos de ellos son acusados de incumplimiento de deberes, complicidad y encubrimiento del homicidio de la agente Ayala.

Asesinato de Carla Ayala

La noche del 28 de diciembre del 2017, los agentes del ex-GRP hicieron una fiesta navideña en el inmueble donde funcionaba dicha unidad élite, en la colonia San Fernando, al sur de San Salvador.

Fuentes policiales manifestaron que la autorización para hacer la celebración la dio por escrito el comisionado Orlando Parada Batres, jefe en funciones de la Unidad de Áreas Especializadas de la PNC, ya que su jefe, el comisionado Mauricio Arriaza Chicas, estaba fuera del país.

Ayala asistió al festejo invitada por una compañera. En la velada, además de cenar y bailar, participaron en rifas de canastas, botellas de vodka y de wisky. Los regalos fueron entregados por el jefe del ex-GRP, el subcomisionado Julio César Flores Castro y su invitado especial, el comisionado Parada Batres.

En la madrugada del 29 de diciembre, Ayala pidió irse a su casa, en el municipio de Apopa, y los jefes autorizaron a que los agentes Ovidio Pacheco, Wilfredo Deras y Juan Josué Castillo Arévalo la llevaran en una patrulla.

Tres meses después, por orden del Juzgado Sexto de Instrucción, se hizo una reconstrucción de la escena para intentar esclarecer lo que pasó. Pacheco y Deras relataron al juez Roberto Arévalo Ortuño, fiscales, querellantes y abogados que participaron en la diligencia que Ayala y Castillo iban en el asiento trasero del carro.

Cuando circulaban por el bulevar Constitución, cerca de la Residencial La Gloria, en Mejicanos, Castillo habría recibido un mensaje en su teléfono que lo hizo enojar: “Eso quería esta perra”, es lo único que le escucharon decir a “Samurái” antes de que le disparara a Ayala.

Ellos aseguraron que no sabían si la mujer estaba herida o muerta, pero contradictoriamente señalaron que Castillo les pidió ayuda para “deshacerse del cuerpo”.