Después de salir con sus abogados de la comisión de antejuicio en su contra, y previo a que la comisión de la Asamblea dictaminara a favor de su desafuero, el director de la Policía, Mauricio Arriaza Chicas, lanzó casi una especie de advertencia.
“En este caso que nos ocupa no me queda más que esperar, someterme a todo el proceso de la Asamblea y pedirles que hagan justicia, que no vayan a hacer una valoración que pueda traer consecuencias ulteriores a futuro, porque cuando uno las cosas no las ha hecho bien, tienen que saber que es absolutamente responsable de los actos”, arengó Arriaza Chicas.
El funcionario dijo que le ha pedido a Dios que les de sabiduría a la población, a la Asamblea Legislativa, a la Fiscalía, a la Corte Suprema de Justicia, a las autoridades administrativas de los partidos, al Tribunal Supremo Electoral, para que “todos tengamos como propósito, los salvadoreños, que nos salgan bien las cosas, entendemos que hay una coyuntura y calentamiento político que se avecina, pero lo más importante es el diálogo, que somos salvadoreños y debemos ir avanzando”, valoró.
Al tiempo que indicó que ha sido llevado a un proceso de antejuicio por “algunos errores de parte de la Fiscalía al apresurar y tratar de interpretar que podría existir una probabilidad de cometimiento de delito”.
“Nosotros cumplimos algunos actos policiales, de verificación y aparte hicimos ver a la comisión especial que reprogramaran (la cita del ministro de Hacienda), le sugerimos, el Código Procesal Penal en el artículo 272 nos permite sugerir a alguien cuando una orden no reviste formalidades legales”, argumentó.
Según Arriaza Chicas, su actuación para no llevar al ministro de Hacienda con apremio se basó en la Constitución y en las leyes secundarias, por lo que calificó de “apresurada” la decisión de la Fiscalía, “no quiero pensar que hubo buena o mala intención”, reflexionó.