El tiro de gracia que pondrá fin a la autonomía de las alcaldías lo darán este miércoles los diputados del oficialismo con la creación de la Dirección Nacional de Obras Municipales (DOM) y la eliminación del Instituto Salvadoreño de Desarrollo Municipal (ISDEM). Esta última instancia era la que se encargaba de trasladar los fondos del Estado a las municipalidades.
Hace una semana y media derogaron la ley del Fondo para el Desarrollo Económico y Social (FODES) con el fin de autorizar una normativa igual con la diferencia de que el porcentaje del dinero del Estado asignado a los alcaldes para desarrollar obras en sus municipios se redujo en más del 90%, ya que pasarán de recibir el 10% del Fondo General al 1.5%.
De largo han pasado las súplicas de los alcaldes que se han atrevido a hablar de que la reducción del FODES y quitarles su autonomía no beneficiará a la población. El fondo será trasladado por el Ministerio de Hacienda de forma directa a las comunas.
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Según el ministro de Hacienda Alejandro Zelaya, el gobierno se encargará de pagar los créditos que las alcaldías abonaban con fondos FODES.
Los diputados opositores han hecho ver al gobierno que someter a los alcaldes de esa forma al arbitrio y la discrecionalidad del gobierno en cuanto a la inversión social demuestra que ni el Ejecutivo ni los diputados de Nuevas Ideas confían en sus propios alcaldes, que representan casi la mitad de las 262 alcaldías.
La Dirección General de Obras Municipales no sólo administrará los recursos públicos para los proyectos de infraestructura de las 262 alcaldías del país, también será la entidad que decidirá qué obras se realizan y cuáles no en los municipios limitando así la voluntad de los ciudadanos de esos sitios y dejando a los alcaldes en una figura prácticamente de “pasa papeles” como cuestionó Pedro Durán, el alcalde de San José Villanueva, de La Libertad.
Esto según expertos y diputados opositores, viola la autonomía municipal y el modelo de desarrollo basado en la descentralización de los gobiernos locales tal como lo dicta la Constitución de la República.
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El Artículo 207 de la Constitución señala que los fondos municipales no se podrán centralizar en el Fondo General del Estado y que deberán emplearse para el beneficio de los municipios.
Además, indica que para garantizar el desarrollo y la autonomía económica de los municipios se crearía un fondo para el desarrollo económico y social de los gobiernos locales.
“La autonomía de facto queda anulada, porque se volverán dependientes de lo que la Dirección considere pertinente. El espíritu del FODES era facilitar que cada gobierno local, con su respectiva población, pudieran decidir de forma independiente las obras que mejor les parecieran para su desarrollo”, expresó hace unos días Carlos Palomo, presidente de la Asociación Transparencia y Datos Abiertos (Tracoda).
La nueva Dirección Nacional de Obras Municipales será dirigida por Álvaro O’Byrne, quien anteriormente ocupó el cargo de director del Fondo de Conservación Vial (FOVIAL).
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