La Diócesis de Chalatenango se pronunció sobre la presencia de unidades militares en la zona límite entre Honduras y El Salvador y pidió respeto a los derechos humanos de los habitantes de la zona, ya que, es una extensión que abarca a varias localidades del norte del país que viven del comercio interno de granos básicos y de leche.
En un comunicado, la Diócesis de Chalatenango informó que su petición se hace después de “escuchar el clamor” de las personas que vive en la zona fronteriza.
“Como iglesia particular, reconocemos que el Ejecutivo tiene la potestad por mandato constitucional de cuidar y proteger el territorio nacional, sin embargo, creemos que es importante hacer la distinción clara que una cosa es el combate al narcotráfico y otra la situación humana que experimentan nuestros compatriotas que viven en esas comunidades”, dice el comunicado.
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“No nos oponemos a la presencia militar en estos lugares fronterizos, aunque lo ideal sería que no hubiese esta necesidad, siempre y cuando se respeten los derechos de la gente como es el poder tener libre transito hacia sus cultivos en la hermana Republica de Honduras, que se le permita asistir a su ganado, como ir a la corta de café, visitar familiares y asistir a los servicios religiosos que por años han recibido por parte de la iglesia católica salvadoreña”, expone.
Según lo expuesto en el comunicado, la Diócesis de Chalatenango constató que las mismas personas que no ha podido tener libre transito por el COVID-19, han tenido perdida en sus cosechas y se les ha criminalizado por parte de las unidades militares.
“La Diócesis, está hablando en nombre de estas comunidades limítrofe, para que la Fuerza Armada les conceda un trato digno y humano, para que puedan desarrollar sus labo0res agrícolas, comerciales y libre tránsito”, aseguró.
La Diócesis pide en el comunicado al presidente Nayib Bukele “que ordene a las unidades militares desplegadas en las comunidades de la frontera que garanticen el respeto a los derechos fundamentales de nuestra gente”.
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El pasado 20 de octubre, el presidente Bukele ordenó al ministro de Defensa duplicar la presencia militar en puntos ciegos en diferentes municipios de Chalatenango los cuales son fronterizos por ser lugares que se utilizan para “intentar pasar droga y/o contrabando”, dijo el Bukele.
Los residentes de ocho municipios de Chalatenango, se ven imposibilitados de continuar con sus labores económicas y agrícolas, debido a que el Gobierno ha intensificado la vigilancia militar en la zona límite entre Honduras y El Salvador.
Los municipios afectados son: Citalá, San Ignacio, San Fernando, El Carrizal, Ojos de Agua, Arcatao, Nueva Trinidad y Nombre de Jesús.
