El candidato a diputado por el departamento de La Libertad, Alex Kravetz, deja ver su veta diplomática, en una visita a su otrora residencia en Washington DC en días recientes, en la cual aprovechó para tocar contactos en el ámbito político, tanques de pensamiento y medios de comunicación.
Ex embajador y funcionario de alto nivel de El Salvador en organismos internacionales y agencias de cooperación como USAID en el Medio Oriente habla con El Diario de Hoy -desde un hotel en Washington- sobre las motivaciones de su incursión en política para buscar una de las 10 sillas asignadas a La Libertad en la Asamblea.
Durante su visita a Washington dice que ha tenido acercamientos con contactos demócratas y republicanos y que hay claridad que la administración Biden enfocará de manera distinta su política hacia El Salvador comparado con lo hecho por su antecesor Donald Trump.
¿Qué puede mover en Washington estos días con su visita un candidato a diputado por La Libertad en El Salvador para las elecciones de febrero del 2021?
Tenía dos objetivos en esta visita, el primero es conocer un poco más con acercamientos a gente en el Congreso, Senado y en diferentes organizaciones de cómo ven ellos el cambio de visión de la política de Estados Unidos hacia El Salvador, porque la política del presidente Donald Trump todos sabemos que fue un cheque en blanco al presidente Nayib Bukele. Con la elección de Joe Biden, la verdad es que el presidente Bukele ha perdido un as y eso va a ser un factor importante, y por otro lado también dar un mensaje de preocupación con sentido de urgencia de la crisis que tenemos en El Salvador, del lado económico, por la gobernabilidad democrática e inseguridad ciudadana.
¿Qué tiene que hacer su partido ahora y que puertas debe tocar aquí para alertar sobre la defensa de la institucionalidad en el país?
Lo primero que creo que aplica tanto en Estados Unidos como en la campaña electoral que viene en El Salvador es el riesgo que corre la institucionalidad democrática, eso lo está planteando ARENA, y es algo que el electorado lo entiende. Igual aquí, tanto republicanos como demócratas lo han visto; la venda que tenían algunos se cayó el 9 de febrero y han visto el comportamiento autocrático del presidente durante la pandemia y eso en las conversaciones que yo he tenido aquí están muy claros del riesgo que el presidente Bukele representa y especialmente si llegara a ganar una mayoría en la Asamblea Legislativa el próximo año.
¿Qué puede cambiar desde Estados Unidos?
Espero que el diálogo de la administración Biden con el gobierno de Bukele será mucho más riguroso en comparación con lo que tuvo la administración Trump, creo que veremos una exigencia al cumplimiento de la ley y sus obligaciones.
¿Se puede estimar el costo que ha tenido para El Salvador el “cheque el blanco” ofrecido en la era Trump?
Sí, el presidente Bukele se ha permitido actuar de una manera que ha causado un profundo daño y un deterioro muy fuerte de la institucionalidad del país, con una larga lista que comienza con la toma a la Asamblea Legislativa el 9 de febrero, desacatos a las sentencias emitidas por la Corte , sus ministros que no responden al llamado a rendir cuentas a la Asamblea; y lo más grave el tono y la manera de gobernar, no le corresponde a un presidente descalificar a sus adversarios, declararlos enemigos cuando lo único que son es ser parte del proceso político y democrático. Ese cheque en blanco ha causado ese deterioro, pero viene un cambio.
Usted vivía bien en Washington,¿qué le hizo moverse a El Salvador para postularse a diputado?
Llegué a El Salvador en marzo, y me quedé varado en el país con el tema de la pandemia, pero al estar viendo esa actitud autocrática del presidente Bukele desde el inicio de su mandato, yo que tuve el honor de haber estado presente en las rondas de negociación de los Acuerdos de Paz, que resultó en el gran acuerdo que dio fin al conflicto armado de 12 años, sentí que nosotros no podíamos permitir que el presidente Bukele nos hiciera retroceder más de lo que ya nos ha hecho. Sentí entonces la necesidad de aportar y en lugar de quedarme en casa preocupado y criticando decidí hacer algo y me tiré al ruedo para ser candidato.
¿Cómo enfocar los mensajes para los electores sobre ese proceso largo de avances democráticos en el país cuando gran parte de la población joven lo desconoce?
En efecto, creo que las nuevas generaciones talvez no llegan a entender lo que costó llegar a los Acuerdos de Paz y lo que significaron para el país, un proceso que costó sangre y dolor de valientes y buenos salvadoreños de ambos bandos y de la sociedad civil. Se logró casi una refundación del país con enormes avances en libertades individuales y colectivas, tener poder civil sobre la Fuerza Armada, que por mandato constitucional es apolítica, una Policía Nacional Civil, se crearon instituciones de protección de derechos humanos, algo que hay que proteger. Eso va ser parte del mensaje que debemos tener en la campaña para recordarles que el sacrificio que hicieron sus familiares mayores hay que preservarlo.
¿Cuál es su opinión sobre la revisión de la Constitución?
Dos cosas. La constitución se puede revisar y modificar, eso es parte del proceso normal, que alguien hable de hacer cambios, tendríamos que ver qué ofrecen. Lo segundo es que ese tema es una distracción, nosotros tenemos actualmente la Constitución que más tiempo nos ha durado, y no ha estado nada mal; entonces empezar a hablar ahora de cambiar la constitución a mi criterio es solo una estrategia de distracción.