Familiares y amigos despidieron este sábado a Marvin Ruiz, de 24 años, integrante del ministerio Embajadores de Cristo, de la iglesia Filadelfia, de Santa Ana, que fue acribillado en el referido templo.
La Policía Nacional Civil (PNC) informó el pasado jueves sobre un joven asesinado al interior de la iglesia Filadelfia de las Asambleas de Dios, ubicada en la colonia Divina Providencia, en el cantón Conacaste, de Coatepeque, Santa Ana.
De acuerdo con las autoridades, el crimen ocurrió a eso de las 7:40 de la noche, cuando varios hombres llegaron hasta el templo en busca de Marvin.
Uno de los testigos contó que al momento del ataque armado la víctima elaboraba un presupuesto para vender panes y recaudar fondos para mandar a hacer camisas y regalárselas a los maestros del Ministerio de escuela bíblica de su iglesia.
“Alrededor de 10 hombres encapuchados, con armas de fuego y vestidos aparentemente como policías, irrumpieron el templo al momento de la predicación; la pastora que estaba llevando el mensaje quedó en shock al ver la escena”, relató un feligrés.
Según el testigo, el pastor intentó detenerlos, pero fue agredido y lo tiraron al piso. Los atacantes hicieron lo mismo con las otras 25 personas, entre adultos y niños, que asistían al servicio religioso.
Una de las personas narró que los delincuentes preguntaban por Marvin. “Al darse cuenta, Marvin corrió hacia el frente del púlpito, intentando escabullirse de los encapuchados, quienes comenzaron a disparar dentro del templo, intentó irse por una puerta que conduce a la casa pastoral, pero se encontraba rodeado”, agregó.
El testigo contó que los hombres interceptaron a Ruiz en la casa pastoral y le dispararon a quemarropa, heridas que le provocaron la muerte al momento.
De acuerdo con el reporte policial, Marvin presentaba varias lesiones producidas con arma de fuego en su rostro y otras partes del cuerpo.
Hasta el momento las autoridades desconocen el motivo del crimen, pero no descartan que las pandillas estén involucradas en este hecho violento que ha dejado luto y dolor a la comunidad religiosa.
Aparte de sus actividades religiosas, la víctima se desempeñaba como agente de seguridad privada y también realizaba trabajos de albañilería.
Familiares y amigos manifestaron que Marvin era un joven muy activo dentro de la iglesia, era parte de los viajes misioneros dentro de Santa Ana, trabajó en campamentos de Embajadores De Cristo, próximamente estaba planeando un campamento con los maestros de escuela infantil. Participaba en las diferentes actividades de evangelización a nivel nacional.
En febrero de este año, los hermanos Ronald y Jonathan Mejía fueron asesinados y sus cadáveres abandonados en las carreteras a Huizúcar y a Zaragoza. Eran integrantes del Templo de Alabanza Judá, de las Asambleas de Dios.
La despedida
Compañeros de la iglesia del joven habían dejado dulces sobre su ataúd. “Marvin nos deja recuerdos y dirán algunos por qué le han puesto dulces, eso simboliza algo para la iglesia Filadelfia. De pronto apareció con esa cajita, y qué andaba Marvin en esa cajita, él cargaba dulces. Eso simboliza parte del ministerio que desempeñó. ¿Y esos dulces para quién son?, le pregunté, y me respondió que eran para los niños”, relató entre lágrimas, Reiba de Luna, pastora de la iglesia.
Este día cientos de miembros de iglesias y amigos asistieron al cementerio Santa Isabel, del municipio de Santa Ana, para despedir al joven, considerado como una persona servicial, trabajadora, atenta y gran “siervo de Dios”.
Los cantos y testimonios antecedieron la ceremonia de despedida del joven, quien era el presidente del ministerio infantil y recién electo secretario de Embajadores de Cristo.
“Son muchas cosas las que hacía Marvin, andaba viendo qué hacía para la gloria de Dios, sin que nadie lo mandara.
Por su parte, el pastor juvenil de la zona occidental, Gerson Francisco García, manifestó que, en el tiempo que conoció al líder juvenil, siempre observó ese espíritu de servicio y entrega a Dios.
“Aquí está el cuerpo de un campeón. Él también ha terminado la carrera y ha ganado la corona. No sabemos cuánto tiempo sirvió, pero estoy seguro de que fue un tiempo bien aprovechado. Como testigos podemos dar fe de que entregó su vida a Cristo, por lo tanto esperamos que el Señor tome en cuenta su trabajo”, manifestó el religioso.
La pastora recordó que, el pasado domingo, Marvin reunió a todos los maestros y les invitó para que oraran 15 minutos antes de dar la clase.
“No es un adiós, es un hasta pronto. Pidamos la ayuda y fuerza al Señor para que fortalezca a su familia y nosotros, porque esto no es fácil”, indicó la religiosa.