El estado es incapaz de evitar las desapariciones, afirma Fespad

La fundación ha reflexionado sobre la falta de atención del fenómeno que enluta a decenas de familias pero a la vez ha presentado un proyecto con el cual pretende ayudar a reducir el impacto del mismo. Este va dirigido a funcionarios de gobierno y a sociedad civil.

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Los parientes han llegado hasta la casa del psicópata de Chalchuapa para tratar de indagar si allí están sus desaparecidos. Foto EDH / Archivo

Por Mirella Cáceres

2021-10-21 12:58:25

Las desapariciones en El Salvador no se detienen y las instituciones del Estado no han definido concretamente cómo abordar esta problemática por lo que no han sabido responderles a las familias como es debido. Así lo considera la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (Fespad) al reflexionar sobre este fenómeno y en el marco de la presentación de un proyecto para contribuir a la reducir el impacto.

En un comunicado de prensa, Fespad hace eco de cifras oficiales en las que se resume la gravedad del fenómeno de las desapariciones. Por ejemplo, destaca que solo entre 2014 y 2019 se registró más de 22,000 denuncias de personas desaparecidas, y que estos reportes han persistido en 2020 con un total de 1,539 denuncias, según datos de la Policía Nacional Civil (PNC).

A esas cifras hay que sumar las denuncias registradas solo en el primer trimestre de este año que alcanzaba ya las 454, y que comparada con la registrada en el mismo periodo en 2020 (198 casos) había incrementado sustancialmente.

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Para Fespad, al hecho de que las personas siguen desapareciendo En El Salvador se suma  la incapacidad del Estado en dar una respuesta a las familias afectadas, una atención que compete a instituciones del Estado como la Fiscalía General de la República, a la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, a Policía Nacional Civil, al Órgano Ejecutivo y, de manera particular, a la Dirección de Atención a Víctimas.

"Rápidamente las desapariciones se han convirtiendo en el tema principal de seguridad en el país", dice Fespad ante el hecho de que si bien han reducido los homicidios, no así las desapariciones y los hallazgos de fosas clandestinas. Un caso emblemático es el de Chalchuapa que involucra a un exagente de la PNC y cuya casa no solo servía para asesinar a las víctimas sino también como cementerio.

Foto EDH / Drone

Según cifras oficiales, al menos de 4 a 5 personas están desapareciendo por día en El Salvador, en su mayoría son adolescentes y jóvenes, estudiantes y personas sin empleo. Entre tantos casos que son denunciados a diario en redes sociales destacan el de los hermanos Toledo Guerrero, quienes desaparecieron hace más de un mes, aparentemente cuando se desplazaban de la colonia Quezaltepeque a otro lugar en un taxi.

"En materia de seguridad no existe evidencia de una política pública clara y transparente y a pesar de que estadísticamente se destaca la baja de homicidios, el fenómeno de la desaparición de personas viene en incremento, poniendo en tela de juicio los publicitados resultados", sentencia Fespad.

Ante estos vacíos, Fespad ha presentado este día el proyecto: “Sociedad civil promoviendo el acceso a la justicia y la seguridad humana en El Salvador”, con el cual pretenden contribuir a fortalecer la "débil institucionalidad del Estado y a garantizar el cumplimiento de los derechos fundamentales de la población afectada por distintos tipos de violencia".

En ese sentido, dice la fundación, esperan ayudar a mejorar la tutela de los derechos de la ciudadanía ante una desaparición forzada, a que haya idoneidad de funcionarios que presiden las instituciones involucradas en este tema y a que haya mayor participación de ciudadana en las acciones del Estado relacionadas con el abordaje del tema de la violencia.

En ese caso, dice Fespad, "se fomentará la contraloría ciudadana sobre las acciones del gobierno, tanto a nivel local como central. De ahí que el proyecto plantea acciones para contribuir a que los ciudadanos/as propongan a gobiernos locales y Órgano Ejecutivo medidas integrales para la prevención de la violencia".

El proyecto será ejecutado en un período de tres años y cuenta con el apoyo de la organización alemana Plan Para el Mundo, enmarcado en la prevención de la violencia y la promoción de la cultura de paz.