Policía captura a taxista por su presunta participación en la desaparición de los hermanos Guerrero

La desaparición ocurrió cerca del mediodía del 18 de septiembre, después que ellos solicitaran el servicio de transporte en la colonia Quezaltepec de Santa Tecla, La Libertad.

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Karen y Eduardo desaparecieron en Santa Tecla según familiares. Foto Cortesía.

Por Enrique Carranza

2021-11-06 12:05:13

El taxista -por aplicación móvil- José Alexander Martínez fue capturado durante las últimas horas por su supuesta participación en la desaparición de los hermanos Karen y Eduardo Guerrero.

La desaparición de los hermanos Karen y Eduardo Guerrero ocurrió cerca del mediodía del 18 de septiembre, después de solicitar el servicio de transporte en la colonia Quezaltepec de Santa Tecla, La Libertad.

"Continuamos realizando las indagaciones correspondientes para esclarecer este lamentable caso", escribió este sábado en Twitter la Policía tras informar sobre la captura de Martínez.

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Sin rastros tras la desaparición

Ivette, madre de Karen y Eduardo,  relató que el día de la desaparición,  ella habló con ambos desde muy temprano, en la mañana, y sus hijos dejaron de contestar sus mensajes y llamadas entre las 12:30 del mediodía y la una y media de la tarde.

Aquel día, Karen, de 18 años, se dirigió rumbo a la casa de una de sus mejores amigas, Andrea Ayala, a quien había acordado visitar. Ivette confirma que su hija le escribió, a través de un servicio de mensajería instantánea, cuando ya se dirigía hacia el lugar.

“Mirá, ya me voy para donde Andrea”, recuerda la madre de la joven, que su hija le escribió. Cerca del mediodía, volvió a comunicarse con Ivette para indicarle que ya se encontraba en casa de Andrea, su amiga. “Ahorita estoy esperando a Eduardo”, le dijo Karen a su madre en aquel momento.

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Por su parte, Eduardo, de 20 años, pasó toda la mañana, del día de su desaparición, en la casa en donde la familia reside en el municipio de Lourdes Colón, al occidente de San Salvador. En un trato previo, entre Karen y Eduardo, ambos jóvenes acordaron que se encontrarían en la casa de Andrea, desde donde regresarían juntos a Lourdes.

En la ruta de vuelta, los hermanos debían pasar por una panadería, para comprar un pastel; y por el mercado de Santa Tecla. Ambas cosas no sucedieron, la desaparición de Karen y Eduardo se estima sucedió entre las 12:30 del mediodía y las dos de la tarde.

Eduardo salió de casa, a buscar a su hermana, a eso de las 11:30 de la mañana del sábado, así lo recuerda Ivette. Ella estima que la ruta que el joven siguió hasta la casa de Andrea, no debió tomarle más de media hora, aún con tráfico. “Mamá, me voy a traer a mi hermana”, fue lo último que le dijo a su madre, antes de salir. Luego de eso, Eduardo no volvió a contestar su teléfono celular, que aún continúa apagado.

Dejaron de contestar

Antes que los teléfonos de Karen y Eduardo fueran apagados, Ivette consiguió comunicarse una vez más con su hija, siempre a través de un servicio de mensajería de texto. Le pidió que regresara pronto, junto a su hermano: “Mirá, apúrate, necesito que me ayudes”, le escribió y la joven preguntó cuál era la urgencia, a lo que su madre respondió que le contestaría al volver a casa.

La intención de Ivette era apresurar el regreso de ambos hermanos; sin embargo, ese último mensaje, Karen jamás lo vio, al menos, el servicio de mensajería no registró la lectura por parte de la joven. Eso sucedió a la una de la tarde con 21 minutos.

La siguiente media hora es una nube de incertidumbres para Ivette y su familia. La madre recuerda haber seguido calculando el tiempo de regreso de sus hijos, a partir de lo que habían acordado. Ella estimaba que, por las diligencias que debían hacer de vuelta a casa, los hermanos Guerrero llegarían a su hogar entre las 02:30 y tres de la tarde.

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Su intuición le advirtió que algo no andaba bien cuando, a las tres de la tarde, sus hijos no regresaron a casa. Intentó, en varias ocasiones, llamar a sus hijos, sin recibir una respuesta.

Después de varias pruebas fallidas, Ivette decidió intentar comunicarse, a través de redes sociales, con los amigos más cercanos a sus hijos, pero nadie conocía el paradero de los jóvenes o había interactuado con ellos en las horas previas.

Incluso, relata, intentó comunicarse con Andrea para corroborar que sus hijos hubiesen salido de su casa a la hora acordada, pero tampoco obtuvo contestación a sus llamadas durante toda la tarde de ese sábado.

El 25 de septiembre familia y amigos se concentraron en el redondel de Santa Tecla para exigir la búsqueda de la pareja de hermanos.

A través del movimiento #TodosSomosKarenyEduardo los parientes y cercanos a los hermanos Guerrero pidieron que las autoridades intensifiquen la búsqueda y se utilicen recursos tecnológicos disponibles para localizarlos lo más pronto posible.