El Fiscal General de la República, Raúl Melara, confirmó este miércoles que los restos de dos jóvenes repartidores de comida rápida localizados hace unas semanas en la urbanización Nuevo Lourdes, fueron entregados a sus familiares.
El jefe del Ministerio Público se refirió a Diego Miguel Sibrian y Wilber Bladimir Escalante, ambos desaparecidos desde noviembre de 2020 en la misma localidad.
Melara dio estas declaraciones hoy luego de referirse entro otros temas a la incautación de 11 propiedades en el caso de corrupción del exdiputado y dirigente del FMLN, Sigfrido Reyes.
Fue mediante una prueba de ADN que las autoridades determinaron que los restos humanos encontrados el 24 de enero de este año en una fosa clandestina son de los jóvenes. Sibrian iba a visitar a Escalante cuando ambos desaparecieron.
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De acuerdo a la familia de Diego Sibrian, él llegó hasta la residencia donde habitaba Escalante, pero nunca salió de aquel lugar pues su Documento Único de Identidad seguía en la caseta de seguridad tiempo después que su padre llegó a buscarlo.
El 24 de enero, las autoridades dieron cuenta de dos osamentas encontradas en el lugar donde luego de las pesquisas se halló el carné de Sibrian así como una chumpa con el logo del restaurante de comida rápida para el que trabajaba.
Sibrian tenía doce días de haberse convertido en padre cuando desapareció. Por casi dos meses su familia lo buscó con la esperanza de que aún estuviera con vida.
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Una mujer identificada como Mónica Michell Carranza Muñoz, de 27 años, es procesada en el juzgado Primero de Instrucción de Santa Tecla, La Libertad, vinculada a este caso.
Muñoz es acusada en el tribunal por tener en su casa una motocicleta que pertenecía a una de las víctimas. Las autoridades han señalado que es acusada por la Fiscalía General por receptación; así como, tenencia, portación o conducción ilegal o irresponsable de arma de fuego, no así por la desaparición de los jóvenes.