“Cuando fui madre me di cuenta de todo lo que yo había perdido”: hija de desaparecida durante conflicto armado

La Asociación Pro-Búsqueda señala que el Estado aún se encuentra en deuda con los familiares de los desaparecidos en el pasado conflicto armado. La Asamblea oficialista mandó al archivo tres propuestas de leyes a favor de las víctimas.

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Magdalena Meléndez, sobreviviente de la "Guinda de Mayo", Eduardo García, director ejecutivo de Pro-Búsqueda, Fernando Serrano, sobreviviente. Foto EDH/ Lissette Lemus

Por Lissette Lemus

2021-08-29 9:00:50

Magdalena Meléndez nunca conoció a su madre, pero a sus 39 años de edad, aún espera tener una respuesta de parte del Estado sobre qué pasó con ella.

Según la investigación “No se perdieron, se los llevaron”, realizada por la Asociación Pro-Búsqueda, Magdalena, quien por sus padres había sido bautizada como Ana María N., tenía 15 días de nacida cuando su madre fue raptada por soldados durante el operativo militar denominado “Domínguez de pacificación y limpieza”, realizado entre el 30 de mayo al 8 de junio de 1982, en los cantones de varios municipios de Chalatenango.

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“Yo soy una joven reencontrada de la ‘Guinda de mayo’ ”, dice Magdalena durante el aniversario de los 27 años de fundación de la Asociación Pro-Búsqueda de niñas y niños desaparecidos, la cual nació por iniciativa de madres y padres campesinos, apoyados por el padre Jon Cortina, con el fin de buscar a sus hijos desaparecidos de manera forzosa durante operativos militares, en el pasado conflicto armado.

“La Guinda de mayo” es la forma en que los sobrevivientes identifican la operación militar en la que habrían sido ejecutados decenas de campesinos, según datos recolectados por Pro-Búsqueda.

Magdalena narra que, dentro de lo que sabe sobre su caso, durante el operativo su madre la llevaba en brazos mientras eran movilizadas en un helicóptero militar.

“Fuimos trasladadas a Chalatenango, ahí mi mamá desaparece y hasta la fecha yo pregunto, ¿dónde está mi madre?”, dice Magdalena.

Los operativos de limpieza y pacificación eran estrategias militares durante la guerra civil , que tenían como objetivo el aniquilamiento de todo lo que pudiera suponer un apoyo logístico a las fuerzas insurgentes.

Vista área del Cerro Loma Pacha. Foto/ Cortesía Pro-Búsqueda

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Según testimonios de sobrevivientes del cerro Loma Pacha, en el municipio San Antonio de la Cruz, Mirian Barrera, la madre de Magdalena, llevaba una mochila en la espalda y a su bebé en brazos. Durante la revisión, los soldados le encontraron en la mochila un botiquín con medicamentos y en ese momento comenzó el interrogatorio.

Los militares la amenazaron con los fusiles para que explicara la procedencia de los medicamentos; tras eso los soldados la trasladaron con su bebé hacia Chalatenango, sin embargo, en el destacamento militar solo bajaron a la recién nacida y desde entonces se desconoce el paradero de Mirian.

Listado de lo niños y niñas recibidos en las aldeas S.O.S el 6 de junio de 1982. Foto/ Cortesía Pro-Búsqueda

Magdalena, junto a otros niños, fue trasladada por las Damas Voluntarias de Cruz Roja a un hogar de las Aldeas SOS en Santa Tecla, donde creció y tras un largo proceso con el apoyo de Pro-Búsqueda logró conocer a sus familiares maternos y paternos. Sin embargo, mientras su madre continúa desaparecida, sus derechos aun siguen siendo vulnerados 39 años después.

“Hablamos de reparaciones, en mi caso se va a morir la gente que conoció a mi mamá y yo no voy a obtener ni siquiera un retrato hablado de ella”, se lamenta.

Garantizar el reencuentro

Eduardo García, director ejecutivo de la Asociación Pro-Búsqueda, considera que indiferente de quiénes fueron los responsables de las desapariciones, es el Estado salvadoreño el responsable de garantizar el reencuentro de estas personas con sus familias, como derecho de identidad y a la reparación del daño causado por el mismo Estado.

García explica que los daños causados por el flagelo de la desaparición se vuelven generacionales y por ello es importante conocer la verdad.

Magdalena narra que la desaparición de su madre afecta ahora incluso a sus hijos, pues ella les heredará un apellido ajeno, el cual le fue asignado en el hogar donde creció. Magdalena dio a luz a su primer hijo a los 19 años. “Cuando fui madre me di cuenta de todo lo que yo había perdido”, agrega.

Magdalena Meléndez, sobreviviente de la "Guinda de Mayo". Foto EDH/ Lissette Lemus

El de Magdalena es uno de los 1,022 casos de niñas y niños desaparecidos que Pro-Búsqueda ha investigado en 27 años, desde su fundación. En el transcurso de estos años se ha logrado el reencuentro de 286 personas con sus familiares.

“Tenemos un problema de desaparición desde el conflicto armado y en la actualidad, son diferentes actores, pero es la misma afectación a la ciudadanía. Hay que pedir a las instancias responsables que termine este flagelo”, recalca García.
La asociación aprovechó su aniversario para hacer una llamado a la Asamblea Legislativa a no revictimizar a las personas afectadas durante el conflicto armado, con el hecho de enviar al archivo propuestas construidas desde las víctimas.

La Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea oficialista envió al archivo la Ley del Banco Nacional de perfiles genéticos, la Ley de reparación integral de las víctimas del conflicto armado y la Ley de reparación para jóvenes víctimas de desaparición forzada, por considerar que no estaban “acorde a la realidad".

“Las víctimas tienen derecho a la verdad, a la justicia y reparación digna por ese proyecto de vida que se les negó”, subraya García.

Pro-Búsqueda propuso en 2019 la Ley del Banco Nacional de perfiles genéticos con el fin de crear un Banco Nacional de Datos Genéticos que permitiría crear un registro nacional de familiares de niñas, niños y adultos desaparecidos durante el conflicto armado.

La propuesta fue una respuesta a la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 2005 sobre el caso Serrano Cruz, en la que ordenó al Estado salvadoreño a crear una normativa para la creación de un Banco de ADN para la identificación de personas desaparecidas durante la guerra.

Número de casos de niños y niñas reportadas como desaparecidas por año., durante el conflicto armado. Foto/ Cortesía Pro-Búsqueda