"Somos madres solteras con necesidad", comerciantes de la Rubén Darío protestan con carteles por desalojo

Los vendedores consideran que el pago de $200 por un puesto en el nuevo mercado Hula Hula es insostenible para sus economías familiares y golpea a un sector vulnerable.

Algunos de los comerciantes tienen más de una decada de vender sobre la calle Ruben Darío. Video EDH/ F. Jirón

Por Fabricio Jirón

2022-01-26 6:00:26

Durante la gestión de Nayib Bukele al frente de la alcaldía capitalina, la comuna suscribió un contrato por $91.4 millones para el proyecto de construcción de mercados en San Salvador, del cual, el Hula Hula sería el primero en abrir. Cinco años más tarde, la eventual puesta en marcha de esas instalaciones, supone el desalojo de centenares de comerciantes de los alrededores, quienes denuncian un excesivo cobro por el alquiler de un puesto comercial.

Los vendedores de la calle Rubén Darío denunciaron, la semana anterior, el aviso de desalojo de los puestos que mantienen sobre esa arteria del centro de San Salvador y en las cercanías del nuevo mercado Hula Hula.  El anuncio fue dado por miembros de la alcaldía capitalina que preside Mario Duran.

Según los comerciantes, la notificación ha sido únicamente “de boca”, sin algún documento que respalde la situación o en donde se exponga concretamente el procedimiento a seguir. Aseguran que lo que les han dicho es que el desalojo se llevará a cabo para reubicarlos en las recientemente construidas instalaciones del mercado Hula hula.

Ese mercado comenzó a ser construido bajo la gestión del ex alcalde Ernesto Muyhshondt. Ahora, la administración actual les ha planteado que el acceso a cada puesto tendrá un costo de $200 dólares, monto que preocupa a los comerciantes de la calle Rubén Darío, por considerarlo fuera de su alcance económico.

Foto EDH/ Jorge Reyes

Los afectados aseguran que les han dado plazo hasta el 30 de enero para proceder con el desalojo; sin embargo, afirman que el plan de la alcaldía no contempla a todos los vendedores, explican que las instalaciones del nuevo mercado no darán a basto para reubicar a todos los comerciantes que trabajan en la calle Rubén Darío y sus alrededores.

Además, temen que si una empresa privada toma el control del mercado y la administración de los comercios que ahí operen, esto funcione en detrimento de los comerciantes y a favor de intereses de los propietarios de la empresa y de la alcaldía misma.

Gran parte de los comerciantes que serían trasladados, y que ahora trabajan sobre la calle Rubén Darío, son ancianos y madres solteras, algunos con aproximadamente 30 años de vender en ese sector, con lo cual, aseguran, han sacado adelante a sus familias y es el principal sustento de sus hogares.

Andrea Pascual es una de las vendedoras afectadas. Ella tiene cinco años de vender sobre la calle Darío. Su negocio es la venta de tortillas. Con este trabajo sostiene a su familia, compuesta por cuatro niños y dos adultos. Desde que se enteró del desalojo, la incertidumbre la agobia.

“Nosotros no alcanzamos para poder pagar un puesto de esos, en ese mercado, tenemos niños que mantener”, dice Andrea, al pensar en la suma mensual que debe pagar si trasladan su negocio a las nuevas instalaciones del Hula hula.

Foto EDH/ Jorge Reyes

Otra de las comerciantes preocupadas es María, una mujer de 65 años, que ha dedicado 30 años a vender sobre esa calle. Teme que le arrebaten su fuente de ingresos por décadas.

¨Aquí estamos siempre, en la lucha, trabajando para sobrevivir, para llevar el pan a diario, nosotros somos pobres, no entiendo porque nos quieren desalojar, tenemos derecho al trabajo”, expresa María sobre el desalojo y cree que no los han tomado en cuenta en la decisión del costo de los puestos.

Por su parte, Rina Mejia, quien también es parte de los comerciantes afectados, tiene 15 años de vender productos varios en ese lugar. Ella asegura que son muchas las personas que no pueden pagar la cuota que impondría la alcaldía sobre el uso del mercado.

“Habemos personas de la tercera edad, hay madres solteras. Aceptamos un reordenamiento pero siempre en la calle”, es la petición de Rina, porque no encuentra una opción viable en la propuesta que ha establecido la alcaldía.

La mayoría de comerciantes están en desacuerdo con una nueva ubicación de sus puestos en el mercado construido por la comuna, todos coinciden en el “excesivo” costo de la cuota, por el espacio reducido que tendrán; también porque ya tienen una clientela hecha en su actual puesto y temen perderla.

Los comerciantes aseguran que fueron invitados a algunas reuniones que no llegaron a una conclusión favorable para ambas partes. Denuncian que el estacionamiento del mercado ya opera al costo de un dólar la hora, algo que los inquieta pues consideran que todo tendrá un valor en esas instalaciones y eso no convendrá a su trabajo como comerciantes. Temen que el destino de ese mercado sea el mismo que el de el mercado Cuscatlán, que consideran un fracaso.

Foto EDH/ Jorge Reyes

Antecedentes del nuevo mercado

En enero de 2021, el todavía alcalde, Ernesto Muyshndt afirmó que faltaba poco para la inauguración de el nuevo Mercado Hula Hula. a un año de esas declaraciones, la confirmación de la apertura aún no es oficial pero los comerciantes de los alrededores ya han sido alertados de un eventual desalojo de sus comercios actuales, durante las próximas semanas.

En febrero de 2017, el entonces alcalde, Nayib Bukele, firmó un contrato por $91.4 millones con una empresa de Guatemala, creada cinco meses antes que se lanzara la licitación, para el proyecto de tres nuevos mercados en San Salvador.

En 2018, El Diario de Hoy publicó documentos que revelaban que Bukele y su concejo evadieron procedimientos de ley para la entrega de la construcción de los mercados, incluidos el Hula Hula, a la empresa Direct Security Systems (DSS).

En el contrato se estableció que el mercado Hula Hula tendría un costo de $34.1 millones y que, bajo el amparo de la Ley de Sociedades de Economía Mixta, a la Sociedad formada por la empresa guatemalteca y la alcaldía, llamada Simerca (Sistema de Mercados de Centroamérica) se le entregaba no solo la construcción sino la administración del mercado.

El 31 de enero de 2017, el Concejo Municipal aprobó con 8 votos a favor (de 14 posibles) el contrato, pero la ley ordena que para aprobar la construcción de mercados se necesita de dos tercios del total de miembros del concejo, que en este caso debía ser de 10, de los 14 concejales y no por 8 como ocurrió.

Simerca comenzó la construcción del nuevo mercado Hula Hula en julio de 2019, con el aval del alcalde Muyshndt. El edil declaró que el nuevo costo, del proyecto de tres mercados, sería ahora de $55 millones. Para entonces, DSS había sido absorbida por su casa matriz,Grupo Makensa, transfiriendo el contrato de la empresa autorizada por la comuna a esta nueva sociedad.

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