Los documentos del Ministerio de Salud se contradicen sobre el comportamientos de algunas enfermedades. Mientras en los reportes epidemiológicos, que se emitieron semanalmente el año pasado, no alertaron sobre brotes de dengue, influenza, chikungunya, la Memoria de Labores informa lo contrario.
“La propagación de COVID-19 se dio al mismo tiempo que otros brotes como dengue, influenza, chikungunya, lo que, aunado a las brechas de atención de enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes e hipertensión”, describe la Memoria de Labores de junio 2020 a mayo 2021.
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A pesar, que el documento devela que hubo brotes de arbovirosis (dengue, chik, zika) no indica en que departamentos o zonas fueron las más afectadas.
La memoria de Labores, también, informa que fue uno de los años donde hubo poca detección de la enfermedades provocadas por la picada del zancudo.
Además, mientras el ministro de Salud, Francisco Alabí, declaró, a finales del año pasado, que no hubo muertes por dengue, en los boletines epidemiológicos de este año sí reportan un deceso en 2020.
Casi desde el inicio de la pandemia por COVID-19, el personal de sanidad, a través de diferentes instituciones y algunas veces a titulo personal, ha reclamado o exigido al Ministerio de Salud más transparencia en los datos del comportamiento tanto del nuevos virus , como de otras enfermedades.
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En ese contexto han señalado la importancia que tiene para los médicos el boletín epidemiológico que Salud publica semanalmente, pues es un documento que les permite ver qué virus están circulando, qué zona del país está más vulnerable o tiene alza de casos de determinada enfermedad; lo anterior es información que ayuda a los médicos en los diagnósticos que dan a los pacientes.
Actualmente, el boletín epidemiológico publicada en internet, el día 06 de julio, expusó que hay un alto índice larvario en el departamento de San Salvador, el cual reporta 21 casas infectadas con criaderos de zancudo por cada 100 viviendas, seguido está Santa Ana y San Miguel que reporta una infección de 13 casas por cada 100, mientras que Ahuachapán tiene un índice larvario de 11%.
El promedio a nivel nacional es de 10 y solo 8 departamentos se encuentran por debajo de esa cifra.
