El Juzgado Especializado de Sentencia “C” decretó esta mañana penas contra los cabecillas de la MS procesados en la Operación Jaque, que según Fiscalía, suman más de 100 o 200 años de cárcel, pero en la legislación salvadoreña la pena máxima es de 75 años.
En el proceso fueron imputadas 87 personas vinculas a la Mara Salvatrucha, de ellas 25 quedaron absueltas.
Los otros 62 implicados en la operación fueron condenados por homicidio, organizaciones terroristas, conspiración para cometer homicidios, tráfico de drogas y armas. En el fallo, la Fiscalía no probó el delito de lavado de dinero.
También, el juez del caso decretó libertad condicional a 10 imputados, debido al vencimiento de la detención provisional, que según el Código Procesal Penal es de dos años. Cinco de ellos serán evaluados para determinar si pueden usar brazalete electrónico.
Juzgado Especializado de Sentencia “C” decretó penas de dos a 34 años en caso Operación Jaque. De los 87 procesados, quedaron absueltos 25. Fiscalía no probó el delito de lavado de dinero
— elsalvador.com (@elsalvadorcom) 21 de agosto de 2018
También, la mañana de este martes el juez del caso dijo en su fallo que funcionarios públicos se reunieron en dos lugares con miembros de la MS, pero en la investigación fiscal no aparecieron nombres.
“Esta sentencia brinda un precedente importante en contra de la MS-13 que ahora, judicialmente y con una sentencia detrás, han sido catalogados como una Organización Terrorista”, dijo el fiscal coordinador de delitos de extorsión, Álvaro Rodríguez.
Pleito entre las partes del juicio de Operación Jaque y dos días de retraso
Abogados dicen videoconferencia viola derechos de reos. Tribunal espera que este jueves se instale la audiencia de lo contrario podría dividir el proceso.
En julio de este año, Víctor Manuel Linares, cabecilla de la Mara Salvatrucha y uno de los 100 más buscados por la PNC fue capturado en una lujosa residencia en Santa Tecla. Linares tiene órdenes de captura por los delitos de feminicidio, homicidio, privación de libertad y tráfico ilícito de drogas.
Al momento de su captura se logró comprobar que el cabecilla tenía comodidades como una persona de clases de media en el país y una camioneta de lujo.