El daño psicológico que deja la desaparición de un familiar

Especialistas explican que la ayuda psicológica debe ser brindada por las instituciones desde el momento que ocurre el hecho.

descripción de la imagen
Ivette Toledo, madre de los jóvenes desaparecidos, llegó con fotografías de otras personas desaparecidas. Foto EDH/ Francisco Rubio

Por Lissette Lemus

2021-12-19 8:00:29

El “duelo suspendido” ante una desaparición de una persona es igual o peor que la muerte de un ser querido. Hay miedo, incertidumbre y un daño desgarrador. Así resumen dos psicólogas consultadas el sufrimiento de una desaparición.

Johanna Ramírez, coordinadora del área de atención a víctimas del Servicio Social Pasionista, SSPA, asegura que el acompañamiento psicosocial es vital para las personas que pasan por un proceso de desaparición de un familiar.

La especialista explica que los familiares que buscan a una persona desaparecida deben recibir un acompañamiento psicosocial que les ayude a disminuir los niveles de estrés, ansiedad y depresión que suelen presentar después del hecho y durante la búsqueda de su ser querido.

“Los familiares directos o indirectos pueden desarrollar lo que se denomina “duelo suspendido”, es decir, alteraciones que impiden procesar una pérdida dolorosa y su resignificación”, agrega.

La psicóloga Yesenia Quiñónez agrega que el duelo suspendido es más difícil para una persona porque no solo es enfrenta a una serie de etapas, como lo haría ante la muerte natural de un ser querido, sino que además está la impunidad, el miedo, la incertidumbre y la violación de todo derecho humano, que giran en torno a la desaparición de la víctima.

También: “Ya apareció, pero fallecido”, hermana de desaparecido en Antiguo Cuscatlán

La psicóloga explica que es necesario que los familiares reciban los primeros auxilios psicológicos desde el momento que se conoce de la desaparición, con el fin de ayudarlos a restablecer sus emociones.

Quiñónez especifica que los familiares usualmente presentan síntomas de ansiedad, hipervigilancia, insomnio, alteraciones del estado de ánimo, pensamientos y recuerdos intrusivos, y pesadillas, reflejados en trastornos psicosomáticos, como en trastornos mentales o ambos; y que se pueden agravar con el tiempo si no se realiza la intervención psicológica correcta.

Ambas especialistas coinciden que las personas que tienen un familiar desaparecido experimentan estas afectaciones en su salud, no solo por desconocer el paradero de su pariente, sino también por los procesos que viven en las instituciones del Estado, en donde en muchas ocasiones son culpabilizadas, estigmatizadas y discriminadas. “La desaparición de un familiar termina siendo una marca permanente, porque la única realidad es la incertidumbre” manifiesta Quiñónez.

Ramírez dice que las instituciones deben poner a disposición de las víctimas, servicios de atención especializados con un abordaje diferenciado e integral, que permita minimizar los impactos de estos hechos a largo plazo, de manera individual o colectiva.

En la pasada audiencia sobre desapariciones ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, los representantes del Estado manifestaron que están creando protocolos de abordaje psicosocial para los familiares de las víctimas de las desapariciones.

Más contenido relacionado:

Sujetos intentan estafar a familia que busca a joven desaparecido camino a Estados Unidos

Encuentran restos humanos que podrían ser de la futbolista Jimena Ramírez, según autoridades