En el olvido: Comunidad educativa del Complejo Tomás Cabrera de Cuscatancingo clama por ayuda para reparar instalaciones

Docentes y padres de familia guardan la esperanza de que el gobierno los incluya en un proyecto de rehabilitación de dos edificios de la institución que requieren reparaciones en techos, cielos falsos, sistema eléctrico, entre otros.

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El mal estado en el techo del lugar es una de las principales preocupaciones por parte de la comunidad de docentes, padres y estudiantes. Foto EDH / Jessica Orellana

Por Susana Joma

2022-02-16 9:00:32

El Complejo Educativo Tomás Cabrera, una institución educativa pública ubicada en el municipio de Cuscatancingo, parece estar en el olvido. El deterioro de algunas áreas en sus dos edificios es evidente. La comunidad educativa clama por ayuda para su rehabilitación y confían que su voz sea escuchada.

“Estamos con el sistema eléctrico dañado, que anda por un costo de $70,000 (su recuperación); estamos con el primer edificio que tiene bandera naranja y han recomendado quitarle el techo porque es plafón”, afirmó el profesor Saúl Rosales, quien funge como director del centro de estudios desde fines del 2021.

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Rosales sostiene que, en el tiempo que tiene en la institución, está tratando de hacer gestiones para solventar la problemática que afecta el desarrollo educativo, y se muestra contento porque los padres de familia se han mostrado muy receptivos y dispuestos.

Según explicó, este centro educativo encallado en el casco urbano también necesita que se le cambie el techo del otro edificio, que se reparen los sanitarios, así como las tuberías de aguas negras.

El Complejo Educativo Tomás Cabrera tiene 30 profesores que brindan servicio educativo a alrededor de 400 alumnos, desde el nivel de Parvularia hasta bachillerato en modalidad general y vocacional opciones Mecánica y Hostelería, citó.

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En sus redes sociales la institución reportó que trabajan en la modalidad semipresencial por lo cual en el horario matutino dan clases desde Parvularia hasta primer año de bachillerato; mientras por la tarde Parvularia, primero, segundo grados, además del segundo año de bachillerato.

De acuerdo con lo externado por el director, hasta donde sabe, los daños de la institución comenzaron a ser visibles desde hace unos cinco años, pero se han agudizado.

El también educador reconoce que estas condiciones afectan el proceso de enseñanza aprendizaje de los escolares, los desmotivan porque lo primero que ellos observan cada día al entrar a su escuela es el deterioro que tienen los cielos falsos, los salones casi a oscuras, ventanas sin vidrios en donde en invierno se cuela el agua y en verano mucho polvo.

Según narraron algunos profesores, debido a que los baños de uno de los edificios están muy dañados se vieron forzados a cerrarlos. Eso ocurrió en donde están los alumnos de educación Básica, más pequeños; sin embargo, producto de esa situación ya se han dado casos de infantes que ensucian su ropa interior porque no logran llegar a tiempo hasta el otro edificio en donde están los sanitarios funcionales.

Los educadores lamentan que el daño en el sistema eléctrico no permita tener clases más interactivas con los alumnos, utilizando las computadoras que están en el Centro de Recursos para el Aprendizaje (CRA), tampoco en los salones de clase porque no se puede conectar ningún equipo debido a que los toma corriente están deteriorados.

“Nosotros quisiéramos hacer más cosas con los niños, pero, así como está la infraestructura tenemos miedo de un temblor, un terremoto que vayan a caerle el edificio a los niños”, señaló otro educador.

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Comentaron que debido a que las gradas que llevan al segundo piso de los edificios están quebradas se han dado un par de accidentes en los cuales niños se han caído, incluso uno se hirió cerca de la ceja.

El director Saúl Rosales subrayó que las necesidades abundan, un ejemplo de ello es que el mobiliario escolar, específicamente pupitres, así como los in instrumentos musicales de la banda de paz están bastante deteriorados, por lo que la comunidad espera que alguna mano solidaria sea del gobierno o el sector privado les brinde apoyo para solventarlas.

Los miembros de la planta docente del complejo educativo dijeron que sin duda lograrían atender mejor a los niños si las autoridades educativas rehabilitaran las instalaciones, aprovechando algún proyecto de infraestructura escolar que esté a las puertas.

Armida Yamileth Guzmán, una madre de familia que tiene a un niño de 9 años cursando el cuarto grado en ese centro de estudios, expuso que su expectativa es que se le ayude a los niños en la medida que se arregle las instalaciones del centro de estudios y se resuelvan las diversas necesidades.

Según explicó la escuela tiene varios aspectos que mejorar, incluyendo el sistema eléctrico: “Eso estuvimos viendo ayer en la reunión que tuvimos que hay bastantes lámparas, conexiones que no sirven.

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