Siete socorristas viajaron “en aventón” desde San Miguel para ayudar en la tragedia de Nejapa

Viajaban en una ambulancia que presentó desperfectos mecánicos. Entonces, comenzaron a pedir "aventón" hasta llegar a la zona del deslave y auxiliar a las víctimas.

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Los socorristas, que viajaron desde San Miguel, se unieron a otros cuerpos de rescate que ya trabajaban en la zona. Foto EDH / Yessica Hompanera.

Por Yessica Hompanera

2020-11-01 11:51:19

Un grupo de siete socorristas que residen y son voluntarios en San Miguel, al enterarse de lo sucedido en el municipio de Nejapa, no quisieron quedarse sin ayudar durante la tragedia. Luego de que un deslave de lodo y tierra arrasó con al menos 30 casas y sepultó a varias personas de una comunidad, este grupo de socorristas decidió tomar un vehículo y viajar hasta la zona del desastre.

Decididos a ayudar y apoyar en las labores de rescate de víctimas, emprendieron el viaje hasta el norte de San Salvador; sin embargo, no contaban con ninguna de las pericias que les tocaría sobrepasar durante la ruta que, normalmente, harían en tan solo unas horas.

Cuando el viaje recién comenzaba, el vehículo en el que viajaban comenzó a presentar desperfectos mecánicos, lo cual obligó a los socorristas a detenerse en numerosas ocasiones durante el camino.

Así siguieron la marcha por varios kilómetros pero, en un punto conocido como desvío El Triunfo, el automotor no volvió a encender. Hicieron cuanto pudieron para seguir la marcha y todo fue en vano.

Entonces, decidieron que ya estaban en ruta y que no podían dar marcha atrás. Comenzaron a solicitar “un aventón” a los automóviles que pasaban por la zona.

Al principio nadie quiso detenerse, pero cuando sacaron sus implementos de rescate y la gente los observó a la orilla de la carretera, se detenían y los llevaban a algún punto adelante, en el camino, pues no todos viajaban hacia la zona que se dirigían.

Fue de esa forma como, tras varias horas de ruta, consiguieron llegar hasta el municipio de San Martín. Desde ese lugar, ya solo hizo falta un solo vehículo más para llegar al punto en donde había sucedió la tragedia del deslave de Nejapa.

Los siete socorristas llegaron a medio día del viernes 30 y colaboraron en las labores de recuperación de los cuerpos de las víctimas del alud de tierra.

Además ayudaron con tareas de limpieza y de remoción de escombros. También se incluyeron en las labores de atención a los damnificados en la zona y en el albergue en donde se concentran las familias afectadas por la corriente que golpeó a las comunidades que viven las orillas de la quebrada Los Conacastes.

El grupo asegura que cumplió y sigue cumpliendo con su tarea de servir a los ciudadanos, sin importar la distancia que deban recorrer.