El ministro de Gobernación, Mario Durán, entregó paquetes con víveres a familias de residencial Altavista, en el oriente de San Salvador, ante el clamor de sus habitantes de haberse quedado sin alimentos y que, en señal de su carestía, comenzaron a poner banderas blancas en su casa, lastimosamente esas ayudas no alcanzaron a llegar para los residentes del polígono 30 y pasaje 30 B de la tercera etapa de Altavista, quienes esta mañana pedían ayuda al gobierno.
Un funcionario del Ministerio de Obras Públicas y que participó de la entrega de alimentos afirmó que este miércoles el gobierno había entregado unos 50,000 paquetes con víveres.
Un grupo de habitantes de la tercera etapa de dicha residencial, en San Martín, decidieron sumarse a los cientos de familias que se han declarado en hambruna tras más de dos meses de no tener ingresos, periodo en que el gobierno decretó la emergencia nacional por el COVID-19 y posteriormente la cuarentena domiciliar, con lo que prohibió que las personas salieran a trabajar.
Las familias colocaron banderas blancas en los portones de sus casas y pasajes para indicarle a las autoridades que ya no tienen qué comer y que urgen de la ayuda del gobierno. Buena parte de los afectados son madres solteras que laboran en maquilas, en el sector informal, pero que por las prohibiciones ordenada por el presidente Nayib Bukele, ya no salieron a trabajar y ahora sufren las consecuencias.
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“La mayoría de los habitantes que viven en este pasaje son madres solteras que se han quedado sin trabajo y sin un sueldo. Varias plantas industriales donde laboraban cerraron y se quedaron sin sus salarios mensuales “, afirmó Alberto Portillo, un residente del polígono 30 y pasaje 30B.
A raíz de esa calamidad, los residentes de Altavista han comenzado a pedir ayuda al gobierno porque ya se les terminaron sus provisiones. “Aquí son familias de cinco miembros y el problema lo sentimos desde que las empresas cerraron y despacharon a sus trabajadores”, afirmó.
“Por el momento esperamos las canastas de víveres que ha dicho el presidente que va a dar, pero al ver que eso no sucede, ni nos da respuesta seguimos en espera”, añadió.
El joven afirmó que en ese pasaje todos están necesitando alimentos pero hay cinco familias que están en las peores condiciones y en solidaridad a ellos, se han organizado para llevarles arroz, frijoles, tortillas, azúcar, alguna fruta para paliar el momento.
“Son cinco casos en que las familias no tienen nada qué comer desde hace un mes. Ellos vivían de negocios propios, ambulantes, ventas de café u otro tipo de cosas pero ya no pudieron arriesgarse en las calles vendiendo sus cosas”, explicó.
“Entre los vecinos nos hemos estado ayudando en lo que podemos, no con lo que nos sobra sino con lo que la otra familia necesita”, destacó Portillo.
Otra habitante de la zona se quejó de que la alcaldía de San Martín ha prometido ayuda solo a los habitantes que en el Documento Único de Identidad (DUI) haga constar su domicilio. “Y las demás familias qué, somos inquilinos como en mi caso, pago impuestos y me está dejando por fuera como jefe de familia; a nosotros no nos han dado ayuda ni una canasta básica , tampoco nos han venido a preguntar, solo a unas cuantas personas han beneficiado aquí”, manifestó Ana Beltrand, representante de una familia de ocho miembros.
La mujer explicó que sus parientes se quedaron sin trabajo desde hace tres meses y ya no tuvieron sin ingresos.
“El presidente Bukele, dijo que no se tenían que hacer censos para dar la ayuda; aquí (Altavista) ya los hicieron, preguntaron cuántas personas mayores de edad y niños habían, pero a la larga no nos han dado ayuda”, expresó la jefa de hogar.
Consideró injusto que los propietarios de casas que alquilan estén acosando a sus inquilinos para que les paguen y dice que han sido amenazados de que serán sacados por la fuerza sino saldan el alquiler.
Un residente de la Cimas de San Bartolo, una urbanización aledaña a Altavista, afirmó en su grupo familiar laboraban dos personas en maquilas pero desde hace un mes cerraron. A la salida, les dijeron que les liquidaban las vacaciones de Semana Santa, Fin de Año y las vacaciones anuales; pero al hacer cuenta, el monto recibido no reflejaba esos pagos.
La situación se ha complicado porque la empresa para la que trabajaba le daba un paquetes con víveres quincenalmente que donaba a un familiar discapacitado, pero ahora que ya no lo recibe su hermano se ha quedado sin alimentos.