¿Cuál es el significado de la “flor de los muertos”y la historia de amor que guarda?

La tradición de usarla en velorios y cementerios data desde la época prehispánica.

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Foto Por Pixabay

Por N. Hernández / Agencias

2018-11-02 9:34:32

Seguramente en más de alguna vez hayas escuchado la frase “es flor de muertos” y luego habrás visto una flor anaranjada o amarilla con muchos pétalos. Esta flor es común verla en los cementerios, en arreglos de cortejos fúnebres, pero ¿sabes por qué se utiliza para decorar las tumbas?

La flor se llama cempasúchil, también es conocida como damasquina y esta asociada a lo sagrado, fiesta, vida y alegría. Esta flor es un elemento importante en el Día de Muertos y sirve como una ofrenda para los difuntos mayores

Según dice la tradición, la flor guarda los rayos del sol y sirve de luz para las almas que este día visitan “desde el más allá” a sus seres queridos. La tradición oral dice que cada 2 de noviembre los muertos tienen el permiso de venir a la tierra y convivir con los vivos, de ahí nace la idea de poner altares donde no debe de faltar el agua, comida y fuego. A pesar que en El Salvador no es muy común la creación de altares, muchas familias visitan los cementerios para llevar ofrendas florales a los seres queridos que ya no están físicamente junto a ellos.

Pero, ¿por qué la flor es tan común en esta fecha y los cementerios se ven plagados de ella?

La tradición nace en México, a partir de la historia de amor entre Xóchitl y Huitzilin. Según publicación de El Universal, ellos se amaron desde pequeños, siempre compartieron juegos y paseos por el pueblo durante las tardes.

Todos los días al ponerse el sol subían a la montaña dedicada a Tonatiuh, el dios azteca del Sol. En cada visita colocaban ofrendas de ramos florales y ahí en ese sitio juraron amarse por siempre, incluso después de la muerte.

Pero un día, llegó la guerra y Huitzilin como un buen guerrero que debía defender su tierra se fue con el batallón. Tiempo después, Xóchitl recibió la noticia de que su amado había muerto. El dolor la consumió y la bella mujer indígena pidió a Tonatiuh que la librara de su sufrimiento y la reuniera con su amado.

Así fue como el dios del sol, quien estaba agradecido por las ofrendas de flores que los jóvenes habían entregado durante años, decidió cumplir la petición de  Xóchitl. Dejó caer sus rayos sobre la mujer, su piel se iluminó y ella se transformó en una flor de color amarillo intenso, así como la luz del mismo sol.

Minutos más tarde de la transformación, un colibrí se posó en el centro de la flor, ella abrió sus 20 pétalos y liberó un intenso aroma. Según la leyenda, el ave era la reencarnación de Huitzilin. Entonces, el amor entre Xóchitl y Huitzilin seguirá existiendo mientras hayan colibrís y flores cempasúchil.

El significado de la palabra es un vocablo náhuatl cempoal – xóchitl que significa veinte flor, por eso se conoce como la flor de los 20 pétalos.

La flor es una herencia de los rituales prehispánicos, símbolo de la vida y muerte. Estas flores pueden llegar a medir hasta una metro de largo.