El Salvador se enfrascó desde 2018 en una transformación de su sistema de partidos políticos y actualmente se enfrenta a una crisis de la cual saldrá un período en el cual un solo partido político concentrará el poder, coinciden en el análisis dos politólogos.
“Técnicamente se llama sistema de partido hegemónico. Entonces, es probable que el sistema de partidos salvadoreño esté evolucionando en esa dirección”, analizó el politólogo Álvaro Artiga.
La llegada de Nayib Bukele a la presidencia en 2019 y la amplia mayoría que logró su partido Nuevas Ideas en 2021 es el resultado del descontento de los salvadoreños con los otrora partidos mayoritarios-ARENA y FMLN-pero ese hartazgo ha llevado a una concentración de poder en el Ejecutivo que no se veía desde la época de los militares.
“La aplanadora verde se llamaba así porque el PDC tenía el control del Ejecutivo y tenía la mayoría en la Asamblea. No necesitaba hacer alianzas con nadie para aprobar decretos, pero eso fue en un ambiente de guerra. Si queremos comparar la actual situación con otro período anterior a donde tenemos que ir es al período de los militares, cuando el PCN controlaba todo”, comparó Artiga.
El presidente Bukele está por cumplir un año con una Asamblea Legislativa a su favor y a dos años de las próximas elecciones generales, en la cual se elegirá presidente, diputados y alcaldes, el panorama no tiene visos de cambiar, a juzgar por la encuesta de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) de enero, en la cual Nuevas Ideas tiene el 28% del respaldo y ARENA y FMLN con menos de 3%.
“Parece que vamos a entrar en una etapa de partido hegemónico. En esa medida, pareciera que al menos para esta elección (2024) Nuevas Ideas va a tener el apoyo mayoritario. Después no sabemos si se va a romper esa hegemonía y podemos entrar a una polarización de nuevo: dos partidos que tienen el control del sistema”, reflexionó Eduardo Escobar, experto en materia electoral al referirse a la amplia mayoría de Nuevas Ideas que tiene el poder absoluto en la Asamblea.
La transformación del sistema de partidos ha ocurrido en las últimas décadas en América Latina, aunque con diferentes resultados.
Artiga divide las transformaciones en dos: una en la cual los partidos tradicionales conviven durante un tiempo con los nuevos, como ha sido el caso de México, Costa Rica o Uruguay y dos, una donde todos los partidos colapsan y hay vacíos de poder, como Ecuador, Perú o Bolivia.
La transformación en El Salvador, entonces, se parece más a las de convivencia de partidos tradicionales y nuevos.
“Países como Uruguay, Argentina, México los viejos partidos conviven durante un tiempo con los nuevos partidos, no hay colapso sino cierta estabilidad política, El Salvador no había pasado por ese proceso. En 2018 es la primera caída del apoyo electoral del FMLN”, afirmó Artiga.
¿Por qué ocurren esas transformaciones?
Básicamente, los sistemas políticos cambian por el descontento ciudadano con las respuestas que dan los políticos a sus problemas más urgentes, en el caso de Latinoamérica, la inseguridad y la economía.
“La gente que está alineada con ARENA y FMLN, los principales partidos, no ven cumplidas sus expectativas en relación a seguridad y economía. Pasan 4 gobiernos de ARENA y dos del FMLN y la cosa sigue igual o peor. La única manera de sostenerse de muchas familias viene porque le están enviando dinero de Estados Unidos, no viene por una acción del gobierno”, explica Artiga.
Ese punto de quiebre ocurrió en 2018, cuando el actual presidente, Nayib Bukele, es expulsado del FMLN y comienza a divulgar su nuevo proyecto político: formar un nuevo partido, Nuevas Ideas.
“Hay en ese proceso, en 2018 con la expulsión del FMLN del actual presidente, la construcción de una narrativa que le da una explicación de qué es lo que está pasando en el país: los dos partidos se han beneficiado del gobierno, han sido corruptos y son los responsables que no se resuelvan los principales problemas. Hay que sacarlos y comienza la construcción de una narrativa con una identidad política que identifica a los dos partidos con todos los males que ha tenido este país y ahí va metiendo a todos”, recuerda Artiga.
Pero el descontento venía de antes. Incluso una encuesta de la UCA de 2017 el 66% de la población opinaba que debía haber un nuevo partido de derecha y uno de izquierda.
¿Tiene fecha de caducidad la era de partido hegemónico? Artiga cree que sí, si las condiciones de vida de los electores siguen iguales en los próximos años.
“Puede tener una fecha de caducidad si su vida sigue igual, independientemente si atropella o no la legalidad”, respondió el politólogo.
¿Hacia dónde llevará esta crisis de los partidos? Nadie puede saberlo en este momento, pero no se vislumbra a día de hoy que vaya a resultar una fragmentación del sistema de partidos, como ha ocurrido en España desde hace unos años o en Costa Rica actualmente.
En España surgieron dos nuevos partidos (Podemos y Ciudadanos) de los tradicionales PP y PSOE y en España del PLN y PUSC surgió el PAC, que gobernó dos períodos y ahora cada vez en más frecuente la segunda ronda electoral porque ninguna fuerza política logra mayoría requerida para alzarse con el poder. Las respuestas a esas preguntas quizás se sepan hasta las futuras elecciones, luego de 2024.