Hay algunos países que hoy por hoy ya optaron por intercambiabilidad de vacunas. Es decir, por ejemplo, lo que está haciendo Chile: personas que recibieron dos dosis de la china Sinovac, están recibiendo una tercera dosis de refuerzo, pero de vacunas que tienen tecnología RNA mensajero, como Pfizer o Moderna. ¿Esta práctica es médicamente correcta? ¿Debería aplicarse en El Salvador?
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El experto en epidemiología Wilfrido Clara explicó que “no hay una recomendación oficial clara al respecto de la OMS sobre esta intercambiabilidad, sin embargo hay algunos estudios que lo avalan con vacuna de AstraZeneca y luego una vacuna de ARN mensajero, que sea Pfizer o Moderna. Sé que Chile, que ha vacunado a una gran cantidad de personas con Sinovac, que es de virus inactivado, está combinando así”.
Por su lado, el infectólogo Solano Leiva subrayó que este tipo de decisiones “obedece a una decisión política, pero no a una decisión científica, porque no hay estudios que avalen que primero se ponga Sinovac y después Pfizer. Hay países que podrán hacerlo, pero lo hacen sin evidencia científica que lo recomiende. Esta enfermedad ha hecho que haya decisiones políticas que no son correctas”.
Finalmente, Solano Leiva invitó a revisar la recomendación de la OMS, que ha indicado a los gobiernos que “en vez de estar pensando en terceras dosis, mejor que vacunemos a quienes no están vacunados. Hay una inequidad en el acceso de las vacunas. ¿De qué sirve que tengamos cinco dosis, por decir algo, pero Guatemala esté mal vacunada? Por eso la OMS pide a los países desarrollados que no acumulen las vacunas, sino que las compartan, para así frenar la pandemia”.