Pacientes recuperados de COVID-19 sufren secuelas. “Esta enfermedad es una auténtica caja de Pandora”, dice infectólogo

Haber padecido la enfermedad deja fuertes secuelas, por lo que las personas deben estar alerta y hacerse un chequeo de pulmones y corazón incluso quienes fueron asintomáticos, advierten especialistas

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Médicos al interior del Hospital El Salvador, en octubre de 2020. / Foto EDH Archivo

Por Carlos López Videz

2020-10-28 6:00:45

Pandora era una diosa en la mitología griega. Tenía una caja, y todos tenían miedo de que la abriera porque adentro había caos, dolor y enfermedad. El médico infectólogo Jorge Panameño toma esa leyenda para explicar cómo afecta el COVID-19 el cuerpo de quienes lo han padecido, y dice que “esta enfermedad es una auténtica caja de Pandora, no hemos medido a cabalidad el contenido que nos traía”. Pero la caja ya se abrió.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la comunidad científica a nivel internacional avanza en estudios día a día para entender las secuelas de haber padecido el Sars-Cov-2. Y después de 10 meses de estar enfrentando esta pandemia, ya hay conclusiones claras -y preocupantes- de la caja de consecuencias que trae el Sars-Cov-2.

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Explica Panameño que todos los estudios de corte internacional pueden ser una guía, pero alerta que tampoco hay que tomarlos como si con la población de El Salvador está pasando lo mismo, pues entran muchos factores en juego.

“Es una situación bien compleja, hay múltiples detalles a evaluar, como la edad, factores de riesgo, cuántos en los estudios hechos eran obesos, diabéticos, con problemas de colesterol o triglicéridos… es difícil de extrapolar los estudios. Algunos son aplicables y otros no”.

Pero sí hay conclusiones en las que la comunidad médica está de acuerdo, y son secuelas postcovid que abarcan daños en pulmones, sistema nervioso, corazón y riñones, así como a nivel psicológico y psiquiátrico.

Iván Solano Leiva, médico infectólogo y miembro del Colegio Médico al igual que Panameño, comenta que en líneas generales se puede dividir entre los pacientes que sufrieron COVID-19 de forma leve y quienes padecieron una afectación más grave.

“Quienes han tenido un COVID leve pueden quejarse de que todavía se han tardado en recuperar el sentido del olfato y del gusto, de dolor de espalda, de agotamiento fácil, que quizá tipo 3 de la tarde ya a la gente se le acabó la batería, se siente sumamente agotado. A veces puede persistir un poco de tos”, describe Solano Leiva.

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Quienes hayan pasado por cuadros más graves de la enfermedad pueden tener una serie de afectaciones muy severas.

Para ambos casos (leves o graves), ambos doctores y la comunidad médica internacional coinciden en recomendar a los pacientes a que se hagan un chequeo posterior, para darle seguimiento a posibles daños en su organismo.

Paciente en el hospital San Rafael de Santa Tecla. FOTO EDH / ARCHIVO

Panameño agrega que en su experiencia clínica en el tratamiento de COVID-19 ha comprobado que “todo paciente que desarrolla forma grave de la enfermedad queda inmunodeprimido, he notado esto en dos líneas: a algunos pacientes les baja el conteo de glóbulos blancos, y tarda un tiempo en volver a la normalidad; y en otros baja el nivel de anticuerpos. Esa es una de las complicaciones del COVID en fase de recuperación y causa de que sean hospitalizados es que sufran neumonías bacterianas, graves y severas, que obligan a la rehospitalización del paciente”.

Seguimiento y clínica

La OMS recomienda que “cuando se determinen las necesidades de rehabilitación, el paciente será objeto de un seguimiento hospitalario, ambulatorio o en la comunidad, según indiquen dichas necesidades. Se recomienda proporcionar programas de rehabilitación personalizados, tanto a corto como a largo plazo, según las necesidades de los pacientes”, y solicita a los distintos gobiernos “garantizar la continuidad del seguimiento y asistencia a los pacientes recuperados de la COVID-19”.

En esa línea, el Ministerio de Salud de El Salvador habilitó una Clínica de Rehabilitación Pulmonar en el Hospital Saldaña desde el 16 de septiembre, donde atiende a quienes se hayan recuperado de la enfermedad.

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El ministro de Salud, Francisco Alabí, en la inauguración de esta área, explicó que durante las primeras seis semanas a los pacientes egresados tras haber sufrido COVID-19 les atenderán por telemedicina, y luego de esa etapa podrán presentarse al Saldaña para recibir “una rehabilitación completa por parte de un equipo de neumólogos, psicólogos, nutricionistas y especialistas en rehabilitación pulmonar”.

Como llamado final, Panameño insiste en que la población debe mantener el protocolo de bioseguridad para no contagiarse, y evitar así todas estas complicaciones de salud que la caja de Pandora del COVID-19 tenía en su interior.