Despiden con honores a enfermero que falleció por COVID-19 en San Miguel

El cuerpo del enfermero intensivista fue trasladado al Cementerio General de Usulután de donde era originario.

Por Iliana Ávila

2020-06-27 12:37:28

Personal del Hospital Regional del ISSS, despidió con honores al enfermero intensivista, Salvador Ernesto Hernández, de 43 años, quien falleció el pasado viernes en dicho hospital a causa del COVID-19, después de 15 días de luchar contra de esta enfermedad.

Los compañeros de labores de Hernández, vistieron su uniforme blanco y con globos de color blanco y negro en sus manos, le despidieron en las afueras del Hospital Regional a lo largo de la calle Hermanos Maristas, entre sollozos, oraciones, aplausos y lágrimas.

“Por el protocolo que existe no se puede acompañar ni en velaciones, ni en cementerio… sabemos que los ángeles se visten de blanco, nosotros andamos de blanco y una forma de despedirlo es indicar que él va directamente al cielo” , dijo Dora Alicia Parada Flores, jefa de enfermeras del Seguro Social quien le recuerda como un hombre muy capaz y competitivo en sus labores.

Salvador Ernesto Hernández, tenía 10 años de laborar en el ISSS San Miguel, una vez que el Hospital Regional fue habilitado para atender pacientes por COVID-19, él fue una de las primeras personas que se sumó a las labores.

? VIDEO: Salvadoreños oran por pacientes con COVID-19 y personal del hospital Regional del ISSS en San Miguel

dav_vividSegún sus compañeros de trabajo Hernández era una persona que no padecía de algún tipo de enfermedad crónica u obesidad, sin embargo, el virus se complicó hasta llevarlo a la muerte. Foto EEDH/ Iliana Ávila

“Muy competente en su cualidades, en su trabajo, conocía mucho, tenía mucho tiempo de estar en el área, era muy dedicado en la atención de los pacientes desde que llegaba a las jornada de trabajo, muy activo con mucho conocimiento, lamentamos porque era un buen recurso” agregó.

Según sus compañeros de trabajo Hernández era una persona que no padecía de algún tipo de enfermedad crónica u obesidad, sin embargo, el virus se complicó hasta llevarlo a la muerte. Sus restos mortales han sido sepultados en el cementerio general de Usulután, de donde era originario.

“Fue un gran compañero, con grandes fortalezas en muchas ocasiones era el que más nos hacía reír en el área con sus bromas y gestos a pesar de ser hombre, y era el único en el área cuando se empezó con el servicio UCI, jamás nos faltó el respeto era un hombre íntegro en toda la palabra, lo dio todo por sus pacientes” expresó Lic, Beatriz de Herrera, compañera de labores.