Abrazar a una persona con VIH positivo no provoca contagio. Parece una obviedad ahora, en mayo 2020. Abrazar a un niño con Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), tampoco nos hace portadores del virus. Lo sabemos hoy, pero hace pocos años nuestro país vivía una epidemia de VIH, tras el primer caso detectado en 1984, y su avance hacía que la población rechazara a quienes portaban el virus. Había miedo, discriminación, pánico. Emociones similares a las que hoy denotan muchos salvadoreños ante el COVID-19, como lo señalan dos médicos expertos, el internista e infectólogo Jorge Panameño y el pediatra Luis Guillermo Castaneda.
Castaneda es coordinador de la clínica de VIH del Hospital Bloom, y presidente de la Asociación de Pediatras de El Salvador. Él opina que las personas que rechazan a los infectados por COVID-19, o a quienes acaban de salir de albergues de contención, actúan así porque no entienden cómo se transmite la enfermedad y porque no confían en el trabajo de las autoridades de Salud del país.
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“Veíamos exactamente el mismo comportamiento de la gente, una situación de miedo, de temor, de ignorancia, de estigmatización de las personas con VIH, precisamente porque las veían como un riesgo. Y como desconocían la forma en cómo se transmitía, no se acercaban a estas personas, no las querían tocar, no querían tener ningún tipo de relación. Ahora, el COVID-19 es una enfermedad nueva. No se conoce todas las formas y circunstancias en las que se puede transmitir, más todos los fake-news en los medios… eso genera temor en la gente y una reacción de ese tipo, una reacción deshumanizada, que no es solidaria para con nuestro personal de Salud ni para la gente que ha pasado más de un mes metida en confinamiento”, explica.
“La gente tiene miedo, está en pánico, porque que se le ha hablado sobre la situación (COVID-19) como algo que tiene una mortandad enorme. Es penoso, porque nos hace retroceder a la época de la peste bubónica, a tiempos medievales. Algunas conductas son motivadas por la ignorancia, por la falta de conocimiento”, añade Panameño.
El año pasado, en promedio, se detectó tres nuevas personas infectadas por VIH cada día, según datos del Minsal. En el caso del COVID-19, desde que se decretó la pandemia en el país ha habido 395 casos detectados, según datos oficiales del Gobierno, hasta el jueves al mediodía.
Es temor, no maldad
La combinación de ambos factores lleva a acciones que se han visto en la sociedad salvadoreña últimamente, en casos tan extremos como enfermeras o médicos a quienes se les obliga a bajar de unidades de transporte público, y hasta abandonar las colonias donde viven; o cuando empresas de comida a domicilio se niegan a enviar alimento a personal de Salud en los hospitales.