De ser el país con las medidas más estrictas para prevenir los contagios de covid en la región centroamericana a inicios de la pandemia, El Salvador ha pasado a ser la nación con menor aplicación de normas de contención contra el virus.
El territorio cuscatleco tiene un índice de rigurosidad que llegó hasta finales de octubre a 22 puntos de una escala de valores del cero al 100 (donde 100 es más estricto). Mientras que el país que ocupa el primer lugar es Nicaragua, que tiene un puntaje de 8.3.
Además, la Asamblea Legislativa -con mayoría a favor del oficialismo- derogó el pasado miércoles el decreto que prohibe la concentración de personas ante el covid-19 y Migración flexibilizó las restricciones de ingreso al país, con la eliminación de los requisitos sanitarios de presentación de pruebas negativas y cartillas de vacunación contra el covid, para viajeros que ingresen al país.
El Salvador ya no mantiene medidas rigurosas como cierres de centros escolares o lugares de trabajo, cancelación de aglomeraciones, restricción de reuniones públicas, control de aglomeración en transporte colectivo, requisitos para quedarse en casa, restricción de movimientos internos, controles de viajeros y hay poca campaña de prevención de covid.
Wilfrido Clará, un reconocido epidemiólogo a nivel internacional, advierte que con la reciente remoción de medidas El Salvador bajará más en el Índice de rigurosidad de prevención de covid.
Más médicos señalan que El Salvador tendrá un nuevo brote de covid, un ciclo muy similar al de los países europeos, que cuentan con coberturas de vacunación superior al 70 % de población vacunada.
“Nunca hemos salido de la primera ola y aunado a eso el carnaval de San Miguel... pues esperemos una tragedia. La vacuna no es una garantía de nada”, comenta el salubrista Ricardo Lara, ya que el biológico no reduce a cero la posibilidad de un contagio.
Agrega que el Ejecutivo ha dejado la responsabilidad la prevención del covid-19 a una población que no educó con campañas de promoción y prevención del virus, por lo cual el relajamiento de medidas estimulará a que no haya finalización de la pandemia.
“El Gobierno lo que espera es tener a la población entretenida con una pandemia y que siempre sea tema de agenda nacional, lo cual es triste para nuestro país”, dice Lara.
Los médicos advierten que la pandemia aún no ha terminado y que los riesgos de complicaciones y secuela por el virus siguen presentes y sin conocerse, a pesar que el Gobierno ha informado que el 70% (3,993,237 salvadoreños con esquema de vacunación completo anticovid) de la población ya se vacunó.
El riesgo de contagio aún persiste, debido a que hay más de 1.4 millones de personas elegibles sin ninguna dosis aplicada, aclara Wilfrido Clará.
Y ante la falta de información de las coberturas de vacunación, se desconoce cuál es la población que se encuentra en riesgo de padecer en forma grave la enfermedad, sufrir las secuelas o morir a causa de esta.
“La tercera ola parece que ya finalizó en El Salvador, pero perfectamente puede haber una cuarta ola. Lo peligroso es relajar las medidas de prevención y contención. Máxime en una época de celebraciones”, apunta Clará.
El periodo de las festividades de fin de año fueron el detonante para que el año 2021 iniciara con alza de casos de covid, y a que en enero se registrara 289 muertes a causa de covid, la cifra más alta en los primeros nueve meses de la pandemia por covid.
Clará ha señalado que las autoridades de Salud deben prestar atención al estancamiento de vacunación contra el virus y ha aconsejado que se preocupe por vacunar a los 1.4 millones que no han recibido ninguna dosis de vacuna, ya que es la población en riesgo de complicaciones y morir a causa de la enfermedad.
Pacientes con enfermedades crónicas no controlados son presa fácil de covid
Mientras que el infectólogo pediatra José Ernesto Navarro Marín advirtió en una entrevista en octubre que los salvadoreños deben aprender a convivir con el virus del covid-19.
Por lo tanto, las personas con enfermedades crónicas deben estar bajo buen control, ya que esta población es más susceptible a padecer de covid-19, aún ya vacunadas. Navarro dejó claro que las vacunas, aunque no previenen el contagio del virus, sí son una estrategia importante para prevenir complicaciones y muerte por covid.
“La mayoría de pacientes, por lo menos los de este año que han sido vacunados, les va bien, casi no se complican. Puede darse la enfermedad a pesar de estar vacunados, pero realmente he observado que no tienen aquella sintomatología gruesa”, destacó Navarro.
No obstante, señaló que ante la circulación de las variantes del virus la sintomatología evoluciona de una manera más rápida que los del virus original durante el periodo de incubación, por lo cual recomendó consultar con un médico ante la sospecha del virus.
Navarro advirtió que la población con alta susceptibilidad a complicarse son los pacientes diabéticos, renales, hepáticos o cualquier otra persona que tenga una enfermedad crónica y no haya cumplido con todos sus medicamentos, “durante este tiempo fácilmente se complican las cosas, esté vacunado o no, le haya dado covid o no. Esas personas evolucionan rápidamente a terminar en casos muy graves, que pueden terminar en cuidados intensivos”, advirtió.
El médico añadió que la variante Delta Plus es más contagiosa y entre mayor contagio habrá más personas ingresadas y si hay personas con comorbilidad, con más razón se puede complicar. “A medida que la pandemia se prolongue existe la posibilidad que haya más variantes. Hay hallazgos que demuestran que el virus no solo afecta al corazón y el pulmón sino que hay otros órganos como testículos y otros tejidos también. Cuando hablamos de coagulación cualquier tejido puede ser comprometido”, explicó Navarro.
Agregó que también puede afectar órganos como el páncreas, el cerebro y riñón.
El infectólogo Navarro informó que las manifestaciones de la enfermedad no solo afectan a las vías respiratorias, como en este caso los pulmones, sino que también hay síndrome post-covid, que son secuelas a causa del virus que pueden afectar temporalmente.
“Se ha dicho que la pérdida del olfato y el gusto es una manifestación de nuestro sistema nervioso central porque son los nervios del olfato y del gusto que está afectando en una conexión directa del cerebro”, dijo Navarro.
El infectólogo indicó que las personas que padecen covid pueden quedar con secuelas y daños que no se manifiestan al momento de tener la enfermedad, sino que pueden ser secuelas pasajeras o permanentes posterior a la enfermedad.
Por lo tanto, las medidas no farmacológicas como el uso de mascarillas, lavado de mano, distanciamiento físico y ventilación en lugares cerrados siguen siendo efectivas para prevenir el covid-19. El uso de mascarilla es la medida sanitaria más eficaz y reduce la incidencia hasta un 53 %, según un reciente estudio.
Sumado a las vacunas que son seguras, eficaces y salvan vidas, sin embargo no son sinónimo de inmunidad al virus, pero sí protegen de complicaciones y muerte por covid.