Alumnas crean robot para apoyar en la prevención de contagios de COVID-19

ROBOTEMP puede ser de utilidad en la industria, servicios e instituciones educativas

Por Susana Joma

2021-07-24 10:50:58

El interés por aprender y el gusto por la robótica llevó a las estudiantes salvadoreñas Marcela Stephanie Mejía Cruz (15 años), Karla Vanessa Pleitez Mejía (15 también), Katherine Daniela Hernández López (17) y Alison Córdova Alemán(16) a crear un robot que puede ayudar en la prevención de nuevos contagios de COVID-19.

ROBOTEMP, como denominan esta nueva herramienta, puede funcionar muy bien en áreas en donde hay personal trabajando sentado, por ejemplo, en fábricas donde se producen artículos en serie y por supuesto en las escuelas, debido a que éste se desplaza de forma autónoma para tomar la temperatura, dispensar alcohol gel e indica cuando en un lugar se han formado aglomeraciones.
Sus creadoras también explicaron que podría usarse igualmente en centros comerciales.

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Tanto Marcela y Karla, quienes estudian en el Colegio García Flamenco, como Katherine y Alison, que son dos exalumnas del Centro Escolar España donde fungen como asesoras del Club de Robótica, desarrollaron el proyecto como parte de Mentes Brillantes, un espacio desde el cual cuatro docentes de informática de ambas instituciones promueven el uso de la robótica para el aprendizaje de las ciencias.

El ingeniero Ramón Recinos, coordinador del aula informática del Centro Escolar España e impulsor de ese espacio, explicó que Mentes Brillantes nació con la idea de representar al país en cualquier tipo de evento de tecnología a nivel nacional e internacional, y de esa forma dar a conocer que hay talento entre los jóvenes salvadoreños.

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Los otros tres docentes de robótica que coordinan este programa por parte del García Flamenco son Luis Pérez, Xiomara García y Carlos Hernández.

“Nuestro grupo (de estudiantes) está conformado solo por chicas, con el fin de demostrar las habilidades que han adquirido en el área de tecnología”, precisó Recinos.

El ROBOTEMP, que mide 1.60 de alto y 1 metro de largo, ya ha sido puesto a prueba en el colegio a la hora de los recreos, tomando la temperatura y distribuyendo alcohol gel entre la población estudiantil, lo que significa menos exposición para los maestros.

Las niñas, quienes empezaron a trabajar en el robot en abril de este año, se reunieron todos los sábados, bajo estrictos protocolos de seguridad, para desarrollar el diseño, hacer el ensamblaje y programación del ROBOTEMP, cuya estructura está hecha de tubos PVC, un dispensador, una cámara IP, 4 motores de kit de robótica y 3 sensores, dos de ellos destinados a medir distanciamiento y uno de contacto.

Recinos estima que el costo del robot, mismo que finalizaron este mes, ronda $250.00, debido a que los insumos más caros son los motores y los sensores.

El profesor precisó que las niñas participarán con este robot en dos concursos de ciencia y tecnología: uno se denomina Copa Ciencia en Paraguay y otro se llama SEDIC, de Brasil. Ambas se desarrollarán a nivel de Latinoamérica de manera virtual, en noviembre de este año. Ellas van en el nivel de 16 a 19 años.

Marcela, Alison y Katherine estudian primer año de bachillerato y Carla estudia noveno grado.

El año pasado, las alumnas que participan en Mentes Brillantes, bajo la orientación de estos docentes, crearon también un robot, el Sputnik, que permite, ante desastres como el caso de terremotos, colaborar en tareas de rescate de víctimas.

Por el momento, debido a la misma situación impuesta por la pandemia, solo hay cuatro niñas participando en el programa; sin embargo, el ingeniero Recinos expresó que ya comenzaron a extender la invitación a otras escolares.

Según indicó, la idea es que en un futuro el equipo esté conformado por alumnas y alumnos de distintos centros educativos públicos y privados, sin perder de vista la importancia de potenciar el papel de las mujeres en la ciencia.

Alison Vanessa Alemán, una de las cuatro escolares que están en el proyecto, explica que el trabajar asociado con el equipo de robótica del García Flamenco ha sido retador en cuanto a que se tuvieron que acostumbrar al trabajo de cada uno, acoplarse, comprenderse con el paso del tiempo, trabajando bien.

Alemán, quien al finalizar noveno grado en la Escuela España se incorporó el año pasado a estudiar el primer año de bachillerato en el Instituto Ricaldone, de esta capital, expone que el robot siempre se hizo con ideas de ambos grupos, trabajando a prueba y error.

“En este último proyecto lo que más me ha gustado es más que todo cómo lo asociaríamos con la situación actual en la que vivimos en el mundo. Tratamos de dar a entender a la gente de que esto no termina, ya que no todas las personas toman las mismas medidas de bioseguridad como al principio de la pandemia. Entonces, una de las soluciones que tratamos de dar es para poder minimizar los casos, ya que este robot lo que hace es interactuar con las personas proporcionándoles alcohol gel cada dos horas, al igual que la toma de temperatura, ya que no todas las personas tienen el acceso a eso”, señaló la joven.

Esta destacada joven, que en la actualidad estudia el bachillerato en Desarrollo de Software, sostiene que el robot ayudaría a las personas que pasan trabajando sentadas a tener disponible alcohol gen sin levantarse, lo mismo que la toma de la temperatura, igual en las escuelas durante los recesos.

“Tiene una cámara que puede medir la distancia de las personas ya que a veces se hacen grupos de alumnos que no están tomando las medidas, entonces el robot lo que hace es dar una alarma, indicarles que se separen, cada quien su alcohol gel y toma de temperatura constante”, agrega.

La adolescente expuso que previó al proyecto desarrollaron una encuesta e investigación sobre el comportamiento y las ideas que maneja la gente sobre la COVID-19, como por ejemplo quienes piensan que ya terminó, que no quieren usar la mascarilla, que piensan que con la vacuna se terminó todo.

De igual forma hicieron un estudio sobre las áreas en donde más se daba la tasa de contagio: “en los colegios no todos los niños toman sus medidas de seguridad, igual en las maquilas, las personas no se levantan a ponerse alcohol gel o tomarse la temperatura”.

Alisson, quien se inclina por seguir estudios de Mecatrónica a nivel universitario, sostiene que su fuerte es la parte de programación, tal como fue descubriendo en la medida en que se desarrolló en el Club de Robótica de la Escuela España, que participó en distintos proyectos y asistió a competencias.

Marcela Mejía Cruz, una de las dos alumnas del Colegio García Flamenco, aseguró que se siente muy feliz de haber terminado el proyecto con Mentes Brillantes porque es un logro más para el grupo.

“En el camino hemos aprendido bastante y logramos pasar por ciertas dificultades. Estoy muy agradecida con el grupo, tanto mis compañeras como los profesores que siempre nos están apoyando, aconsejando”, comenta Mejía Cruz.

La aspiración de esta esmerada estudiante es estudiar la carrera de Ingeniería Espacial.

Para estar en el equipo Mentes Brillantes la niñas deben tener buenas calificaciones en sus respectivos centros educativos, con nota de 7 en adelante.