Después de más de ocho años de haberse iniciado la construcción y luego que se paralizara la obra por más de un año por un litigio entre la Corte Suprema y la empresa constructora, este lunes fue inaugurado el edificio que albergará al centro judicial integrado de segunda instancia en San Salvador.
El principal problema del atraso fue que el departamento de Ingeniería de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) omitió realizar estudios de suelos determinantes para levantar un edificio de 11 niveles, lo que implicó que el monto inicial de $26,3 millones ascendiera a $30.3 millones, tal como lo establece un memorándum de la institución.
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Sin embargo, la CSJ insistió posteriormente que el valor final de la obra sería de $29.4 millones.
Pero ayer, el presidente impuesto del Órgano Judicial, Óscar López Jerez, aseguró que el costo era de $28.2 millones.
Al principio, la construcción del edificio le fue encargada a la empresa Ingeniería Integrada de Proyectos, S.A. de C.V. (INPRO), pero la CSJ decidió terminar el contrato al argumentar que hubo incumplimientos del contratista en tiempos pactados.
Sin embargo, la referida empresa aparentemente no tenía responsabilidad por deficientes estudios de suelo que retrasaron la obra.
Este nuevo edificio albergará a 13 cámaras de segunda instancia que funcionaban en siete inmuebles que eran alquilados. Eso significará un ahorro de $400,000 anuales para el Órgano Judicial.