La continuación de la construcción de la presa El Chaparral, ubicada en el municipio de San Luis de la Reina, departamento de San Miguel, está siendo auditada por la Corte de Cuentas de la República (CCR), según una notificación publicada hoy por la institución.
El proyecto, que fue retomado por la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) a mediados de 2015, ha sido ejecutado bajo la modalidad de múltiples contratos y según datos de la autónoma terminará costando casi $400 millones, más del doble del costó original.
Así, la CCR ha citado al ex jefe del proyecto, Nelson Efraín Rodríguez, para que conozca los primeros hallazgos de la auditoría, que comprende aspectos técnicos, legales y financieros del millonario proyecto entre el período de enero de 2015 y junio de 2018.
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El pasado 31 de enero la presidenta de la CCR, Carmen Elena Rivas, realizó una visita a El Chaparral, cómo parte de esta auditoria. La acompañó un equipo de la dirección de Auditoría Cuatro de la Corte, instancia que está realizando el procedimiento.
Se desconoce cuál fue el resultado de la visita, aunque una fuente de este periódico que pidió reserva de su identidad, explicó que la presidenta fue con el director de Auditoria Cuatro, Wilfredo Montesinos, para reunirse con técnicos de CEL, quienes justificaron los atrasos en la ejecución del proyecto y aspectos relacionados con los pagos a las empresas contratadas, entre otros temas.
Las anteriores administraciones de la CCR también han realizado auditorías a El Chaparral, enfocadas en el pago de $108.5 millones de CEL a Astaldi como parte de un arreglo directo por el que incluso está acusado el expresidente Mauricio Funes, el expresidente de la autónoma, Leopoldo Samour, y otras personas.
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El actual presidente de CEL, David López Villafuerte ha dicho que la construcción de la presa lleva un 70% de avance pero se desconoce los criterios que fundamentan este dato y si se entregará la obra en mayo, fecha que la institución definió para terminar la nueva central hidroeléctrica.
Además en enero la autónoma tuvo problemas con el contratista ruso Tyazhmash, que ejecuta la construcción de la turbina del proyecto, a tal punto que amenazó con paralizar las obras por retrasos técnicos y problemas financieros de la autónoma.