Por cuarto año consecutivo, y por primera vez en la administración del presidente Nayib Bukele, El Salvador reprobó el indicador de control de la corrupción que año con año toma en cuenta la Corporación del Reto del Milenio (MCC por sus siglas en inglés) para analizar si el país es elegible para recibir los fondos del milenio.
Esto se dio a conocer en la más reciente publicación de la MCC del pasado 9 de noviembre. En esta, la puntuación que El Salvador logró es de 43 % en esta importante materia relativa a cómo el país vigila el uso de fondos públicos y cómo se persigue y castiga el abuso de estos.
Por tanto, el eje de corrupción se volvió uno de los 8 indicadores que el gobierno reprobó en la medición de 20 pilares. Las otras áreas donde el gobierno flaqueó son la política fiscal, la efectividad del gobierno, el estado de derecho, la protección de recursos naturales, el lanzamiento de empresas nuevas, las tasas de inmunización y la matrícula de niñas en educación secundaria.
? El Salvador está en lista de países elegibles para Fomilenio 3
Por otro lado, El Salvador aprobó los indicadores de inflación, calidad regulatoria, política comercial, género en la economía, y acceso a tierra y créditos en el área económica. En el área de gobernar justamente, aprobó en derechos políticos, libertades civiles y libertad de información, aunque esta última materia en el día a día va en declive con el debilitamiento del instituto de acceso a la información pública, así como intentos por restar dientes a la Corte de Cuentas de la República.
Finalmente, en el área de inversión en la gente, El Salvador aprobó los ejes de gasto en salud, gasto en educación primaria y salud infantil.
Estos 20 indicadores son los pilares que EE. UU. ha exigido cumplir para que El Salvador pueda ser acreedor de los compactos del Fondo del Milenio (Fomilenio), con los cuales se trabajó en la longitudinal del norte y luego el litoral.
Talón de Aquiles
El control de la corrupción parece ser uno de los talones de Aquiles del actual gobierno. En 2020, la administración Bukele no solo no ha rendido cuentas del gasto de emergencia durante la pandemia del COVID-19, sino que ha debilitado a las instituciones de control de recursos públicos y ante una serie de allanamientos, utilizó a la Policía para entorpecer las investigaciones.
Además, ha emprendido duros ataques a los medios que han reportado indicios de corrupción, lo que ha provocado reproches dentro y fuera del país por lesionar la libertad de prensa y el acceso a información de la ciudadanía.