“Ya vas a ver, te estoy armando un paquetito, vas a sufrir y te vas arrepentir”, le dijo el ministro de Defensa, Francis René Merino Monroy, mientras sonreía de forma sarcástica al coronel piloto aviador, Eduardo Salazar, quien se sintió amenazado con esas palabras, según consta en la denuncia presentada en la Fiscalía por éste último contra el funcionario por tres delitos.
El coronel Salazar le respondió que no tenía ninguna sola razón para amenazarlo ni para llamar a la seguridad ni a la policía. Lo anterior ocurrió la mañana del 26 de septiembre en el parque Bicentenario donde se encontraron Salazar y Merino Monroy.
Tras el incidente, Salazar y su esposa se retiraban de las instalaciones, pero el vehículo en el que iban fue interceptado por un pick up de la Fuerza Armada para impedir que salieran del parque. Al dejarlos salir, los militares les tomaron fotografías con sus celulares.
Las diferencias entre el coronel Salazar y Merino Monroy se derivan de un informe que rindió Salazar a sus superiores como segundo jefe de la segunda brigada de la Fuerza Aérea en Comalapa de que varios oficiales se habían emborrachado en la unidad militar en plena emergencia nacional por el Covid-19, en marzo de 2020.
Entre esos oficiales estaba el teniente de fragata, Gerardo Antonio Merino, hijo del ministro de Defensa. Ese informe le costó la baja en agosto de 2020 a Salazar ordenada por Merino Monroy, según la denuncia.
A pesar de que Salazar es un oficial retirado de la Fuerza Aérea, Merino Monroy siguió y ha continuado desprestigiándolo en las unidades militares y ante distintas personas, de acuerdo al denunciante.
Fue precisamente que Salazar trató de hablar personalmente con Merino Monroy cuando se lo encontró en el parque Bicentenario para tratar de “conciliar las cosas”.
Sin embargo, Merino Monroy reaccionó de manera alterada, brusca y molesto en esa ocasión.
Después del incidente y ese mismo día, policías y militares llegaron en vehículos de la PNC a apostarse por 24 horas frente a la casa del coronel Salazar, sin ninguna justificación.
El denunciante tuvo que abandonar su vivienda junto con su familia. También la casa de su hijo ha sido posteada por policías y militares.
Otras de las situaciones de acoso que Salazar denuncia se produjo la noche del 29 de septiembre pasado, cuando iba a la casa de su hijo.
En esa ocasión fue interceptado por una patrulla del 911 de la Policía, cuyos agentes después de revisarle los documentos del vehículo que manejaba y retenerlo “ilegalmente”, le dijeron que lo llevarían a la División elite contra el Crimen Organizado (DECO) o que llegarían investigadores de esa unidad a traerlo.
Le dijeron que “eso era más serio, pues veían delitos delicados”.
Tras 40 minutos de haber sido retenido, a Salazar le permitieron que se retirara, no sin antes decirle que “se fuera de inmediato y que desapareciera porque al meterse con gente de poder llevaba las de perder”.
Además le dijeron que lo habían localizado a través de las cámaras de video vigilancia por medio de reporte de placas.
Pero Salazar sospecha de que lo ubicaron a través de la intervención de su celular y el de su esposa, porque ese día, él no andaba en su vehículo.
Por todas todas esas “acciones arbitrarias, de intimidación, persecución, vigilancia y detenciones ilegales por parte de la PNC” es que el coronel Salazar denunció a través de sus abogados Rodolfo Garay Pineda y Adrián Meléndez al Ministro de Defensa por los delitos de actos arbitrarios, amenazas con agravación especial y limitación ilegal de libertad de circulación.
Se pidió la reacción del ministro de Defensa a la unidad de Comunicaciones pero no hubo respuesta.