OPINIÓN: Usemos la mascarilla

En los últimos días existe una controversia sobre si el uso de la mascarilla quirúrgica o común (no la N95) se recomienda para toda la población

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Por Doctor Carlos Ortega

2020-04-05 12:30:43

En algún momento, durante esta emergencia, el Ministerio de Salud e incluso la OMS a desaconsejado el uso masivo de mascarilla, sobre todo porque se teme que el uso masivo genere desabastecimiento de dichos insumos para el personal de salud, lo cual no es del todo válido porque el personal de salud al momento de tratar pacientes sospechoso de estar infectados con COVID-19 debe de proveérseles la mascarilla N95 y no la mascarilla común o quirúrgica, que nos tiene en esta discusión.

Otras aseveración más aventurada en redes sociales es que esa mascarilla común no genera ninguna protección ya que el coronavirus es mucho más pequeño de lo que las membranas de la misma pueda retener y no se toma en cuenta que el objetivo principal de la mascarilla común no es que un virus pase o no a través de ella, ya que con seguridad todos los virus la atraviesan.

A pesar de ello es muy importante señalar que el virus está en grandes cantidades en las secreciones respiratorias y aerosoles que se dan al toser o estornudar y si tenemos mascarilla un buen porcentaje de esas secreciones, gotitas o aerosoles altamente infectantes queda retenida en la parte interna de la mascarilla y con ella una gran cantidad de virus.

También vale la pena hacer notar que en diversos países asiáticos, durante la presente pandemia de COVID-19, el uso de la mascarilla es masivo y en algunos lugares hasta sistemático; ya que en estos países se demostró la efectividad del uso de mascarilla durante los brotes de SARS en 2003 y MERS en 2012.

Sin embargo por las distintas controversias sobre si se recomienda el uso masivo o no de este dispositivo para contribuir a prevenir el contagio con COVID-19, distintos equipos de científicos han realizado estudios que ya fueron publicados en revistas científicas, algunos en la prestigiosa NATURE MEDICINE, estudios que demuestran que se puede detectar el coronavirus en gotitas respiratorias y aerosoles de muestras recolectadas de personas infectadas sin mascarillas pero se evidencia una reducción significativa en la detección del virus en gotitas respiratorias o aerosoles recogidos de esas mismas personas cuando usan mascarillas, en parte porque la cantidad de secreciones o aerosoles que se expelen al ambiente se reduce de manera importante con el uso de la mascarilla.

Si partimos del hecho que el virus se adquiere a través de la mucosa faríngea, mucosa nasal o conjuntiva transmitido por medio secreciones, gotitas o aerosoles que se generan en personas con tos, al hablar o estornudar o secreciones respiratorias de personas infectadas que llegan a nuestras manos y nosotros mismos nos tocamos la boca, nariz o los ojos, el tener una barrera (la mascarilla) entre esas secreciones y las puertas de entrada del virus a nuestro organismo, se vuelve su uso una importante herramienta para prevenir la transmisión del virus, más aún cuando sabemos que muchas de las personas infectadas son asintomáticas pero que pueden transmitir el virus.

Que estas personas infectadas, pero aparentemente sanas, usen la mascarilla será una barrera adicional que el virus tendría que sortear para llegar a nuestras mucosas e infectarnos, recuerde que esas secreciones contiene una gran cantidad de virus.
Acá ya tenemos dos grupos usando mascarilla, los enfermos y los infectados asintomáticos y un tercer grupo sería que los no infectados también la usemos.

Es difícil diferenciar entre infectados asintomáticos y no infectados, por lo que lo más práctico y eficiente es que la mayoría usemos la mascarilla, todo con el objetivo de dificultar que el virus contenido en esas secreciones nos infecten.

Vale decir que el solo uso de la mascarilla se vuelve ineficiente por no decir que inútil si no va acompañada del cumplimiento de las medidas de distanciamiento social, lavado de manos constante y adecuado, uso adecuado de alcohol gel, limpieza y sanitización adecuada de casa y lugares de trabajo, cumplir con las medidas de contención e indicaciones del Ministerio de Salud y sobre todo cumplir con el ya famoso “quédate en casa si no tienes que salir”.

Si todos los ciudadanos cumplimos con disciplina estas recomendaciones anteriores entonces todos deberíamos de usar la mascarilla quirúrgica o común que venden los distribuidores o tiendas autorizadas, ya que las de tela que ingeniosamente la población está fabricando artesanalmente, es probable que no tenga ese efecto de barrera esperado para retener las secreciones respiratorias.

Las cualidades que deben de buscarse en la mascarilla quirúrgica o común que se compre son entre otras: ser manufacturadas sin fibras de vidrio, de preferencia de material hipoalergénico, que genere muy baja resistencia a la respiración, barra nasal adaptable y alta capacidad de filtración. Recuerde además que esta debe ser desechable, es decir máximo un día de uso, después debe eliminarla de manera adecuada.

Por último reiterar no compremos la N95, no es necesario que la población en general use esa mascarilla, la N95 el personal de salud la necesita, no provoquemos el desabastecimiento de la misma. Todos debemos cumplir con las medidas que ha impuesto el Gobierno, solo así podremos salir delante de esta emergencia.

El doctor Carlos Ortega es investigador y docente de la UES

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