Salvador Antonio Huiza falleció el 30 de julio en el Hospital General del Instituto del Salvadoreño del Seguro Social, después de estar internado durante 15 días por complicaciones causadas por el COVID-19. Sin embargo, su acta de defunción registra que su deceso fue por una “neumonía grave, sospecha de COVID – 19”, según su hija, Vanessa Huiza.
Al principio de la enfermedad y durante los primeros síntomas el doctor Huiza se aisló en su casa y empezó a tratarse bajo el protocolo de COVID-19, tratamiento que conocía a la perfección porque durante los últimos días que dio consulta en la Unidad Médica del Seguro Social de San Miguelito atendió a pacientes con síntomas de la enfermedad.
“Nunca le hicieron la prueba, pero tuvo todos los síntomas. El COVID le afectó todo, pulmones, riñones, corazón, no fue solo la neumonía como dice el acta de defunción”, dice Vanessa.
El doctor Huiza tenía 68 años y dedicó 40 años de su vida al servicio de los demás. Médico graduado de la Universidad Nacional de El Salvador (UES) con una especialización en Medicina Familias y otra en Epidemiología. En su trayectoria fue director del Hospital Primero de Mayo, Hospital de Especialidades del ISSS, del Hospital Nacional Zacamil, Unidad Médica de Quezaltepeque y durante los últimos meses como doctor en la Unidad médica del Seguro Social del San Miguelito.
Vanessa asegura que su padre siempre estuvo dispuesto a ayudar a los demás, incluso si tenía que exponerse así mismo para visitar a los pacientes.
“Él era una persona seria, pero siempre bien pendiente de ayudar a los demás, colaborador en diferentes áreas de su vida, con su familia, las personas de la iglesia. Siempre estuvo dispuesto a ayudar, a veces sabía de personas enfermas en comunidades de escasos recursos donde era peligroso ir y buscaba los medios para visitar a las personas. Él fue una persona bien responsable, con valores bien cimentados, tenía una ética de trabajo súper fuerte”, manifestó.
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Su hija, la mayor de dos hermanos, admiró la pasión que su padre tenía por su trabajo porque “le gustaba y lo hacía de vocación y era un médico apasionado”.
Vanessa dice sentirse agradecida porque a pesar que el doctor Huiza tenía turnos cansados en su trabajo y era un hombre ocupado, siempre buscó la forma de brindarle tiempo de calidad a su familia y compartir con ellos.
“Como médico fue bien dedicado en su trabajo, yo lo recuerdo trabajando un montón. La vida del médico siempre es así, trabajando con turnos. Sin embargo, siempre buscaba la manera de dedicarnos tiempo de calidad como familia. Creo que lo que más voy a recordar es que a pesar de todo lo ocupado que estuviera, buscaba espacio para la convivencia familiar”, relata.
Cuenta que en su tiempo libre dedicaba tiempo para tocar la guitarra, escuchar música clásica y practicar la fotografía porque también era uno de sus pasatiempos favoritos.
“Le gustaba bastante viajar al interior del país, que conociéramos el país en general. Los fines de semana también buscaba la manera que pasáramos tiempo juntos, saliendo a pasear y él ponía en práctica lo de la fotografía. Le gustaba bastante”, dijo.
06Doctor Salvador Antonio Huiza falleció por COVID-19 el 30 de julio en el Hospital General del Instituto del Salvadoreño del Seguro Social. Foto Familia HuizaVanessa asegura que tanto ella como su hermano y su madre lo recordarán como un padre y esposo protector, preocupado por darles lo mejor, como un hombre y profesional con excelente calidez humana.