Personas que cumplen hoy 31 días de cuarentena en el hotel La Palma, en Chalatenango, denuncian al menos cinco casos de acoso militar ocurridos en este centro de contención los últimos días.
Un paciente cuenta sobre el abuso verbal que militares cometen contra albergados que aún están en el centro de La Palma, Chalatenango. Además, demanda que sean retirados del recinto pues ya cumplieron el período de cuarentena planteado por el Gobierno.
Desde amenazas como “si te salís te vamos a medir el pecho de un v…” hasta decirle a una joven “vení a mi cabaña y te explico cuándo vas a salir” son algunas de las frases que, según denuncias, han usado algunos militares contra personas que preguntan cuándo saldrán del albergue en el que ya llevan más de 30 días.
“Esa no es una manera responsable ni humana de tratar a alguien que está albergado. En cinco ocasiones nos han hecho eso”, dice una de las personas retenidas. Además dos veces llamaron a la Policía Nacional Civil para que mediara entre ellos y los soldados. También denunciaron lo ocurrido, vía telefónica, a la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH).
Más que denunciar el acoso de los militares, lo que estas 63 personas quieren es que el Ministerio de Salud los deje volver a sus casas, pues ya cumplieron con la cuarentena, además de estar sanos. “Todos los días, desde hace una semana, los médicos nos dicen ‘hoy sí saldrán’, pero al día siguiente la historia es la misma”.
El pasado viernes, 43 personas fueron llevadas a sus casa con 26 días de cuarentena y las pruebas negativas. Dos más salieron por enfermedades. No así estas 63 personas, quienes llevan 31 días en este lugar y cuyas pruebas de COVID-19 salieron negativas y aún así desconocen cuándo se irán. “Nosotros ingresamos el 16 de marzo, ayer cumplimos la cuarentena de 30 días, por lo que estar aquí este día ya es una detención”, dice uno de los albergados.
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El jueves 9 de abril les hicieron la prueba; el sábado 12 les dieron los resultados, no por escrito, sino de palabra. Los doctores a cargo les dicen que darles el alta es una decisión ”que viene de arriba”. “Los médicos han hecho lo que han podido, pero dicen que arriba no los dejan avanzar”, agregan.
En este centro de contención hay personas hipertensas, con diabetes y otras enfermedades crónicas. Algunos están tan desesperados que hasta lloran por la incertidumbre de no saber el día de su salida.
Carta de encuarentenados para el presidente de la República, Nayib Bukele.
