Las dificultades económicas que atraviesan los vendedores de flores en el mercado Central no tiene precedentes. Alicia González manifiesta que, a sus 59 años de edad, esta es la primera vez que se ve perjudicada con su negocio. La actual cuarentena como pedida preventiva del contagio de coronavirus ha golpeado sus ingresos.
La situación es peor en el mercado San Miguelito, que se destaca por la venta de flores. La mañana de este martes lucía desierto; el domingo los vendedores comercializaron lo que pudieron, otra parte de sus productos los regalaron o la botaron.
En el mercado Central, al menos tuvieron unos días más para intentar hallarle cliente a sus flores. “Ayer (lunes) comenzamos a regalar nuestras flores, hoy (martes) solo a regalar hemos venido. Aquí nosotros trabajamos con pisto (dinero) prestado”, lamentó Alicia.
La venta de flores ha sido la forma en que Alicia se ha ganado la vida y con la que lleva el sustento a sus cuatro nietos. Su rostro no esconde la tristeza y la preocupación que la crisis le ha creado. Sus principales clientes, iglesias católicas y evangélicas, ya no llegaron a comprarle flores. Y es que el gobierno ha prohibido las reuniones y aglomeraciones para prevenir la propagación del virus que causa el COVID-19. Eso ha hecho que lo templos católicos y evangélicos permanecen cerradas.
Dice que con lo que gana de la venta de las flores se cubre las principales necesidades del hogar, amortiza las deudas y los intereses para mantener su buen récord crediticio con los bancos y los prestamistas. con ese financiamiento pueden pagar las flores que, generalmente, son importadas de Guatemala.
La misma situación enfrenta Roberto Pérez y su esposa, quienes ya registran pérdidas diarias de más de $4,000, al no recibir a sus clientes por las restricciones impuestas.
De sus ingresos depende una familia de siete miembros. Con este emergencia Roberto no encuentra qué hacer para garantizarle el alimento a su familia, así como saldar las cuentas pendientes por pagar y otros créditos.
Los arreglos florales no valen lo mismo, hay variedad de precios que van de $5, $7, $9 y $12, pero esos precios ahora son cosa del pasado, nadie los pagaba este martes.
En un intento por recuperarse un poco de sus pérdidas, la mañana de este martes, Alicia, por ejemplo, vendía los arreglos de $2 en $0.50; y un ramo de flores cuyo precio regular es de $5, los vendía en $1 o $2 como máximo.
Aunque algunas personas que ya sabían que la señora estaba regalando, se aferraban a ese beneficio.
De esa manera, regaladas o rematadas, Alicia se deshacía de sus flores, entre ellas las llamadas centro verde, amor seco y rosas de diversos colores: rojo, rosado, morado y amarillo.