Familia llegó al Hospital San Bartolo a recoger a su pariente, pero se los entregaron muerto bajo sospecha de COVID
Pedro Marín, de 50 años, fue ingresado en el Hospital San Bartolo por una baja en niveles de azúcar y problemas respiratorios. Días después, a la familia le avisaron que sería dado de alta, pero al llegar les dijeron que murió por COVID.
Los llantos de dolor de la familia de Pedro Marín eran lo único que se escuchaba a la entrada del cementerio Jardín de Soyapango. Ellos lloraban la repentina muerte del hombre de 50 años de edad. Su deceso fue tratado con hermetismo por las autoridades del Hospital San Bartolo, del municipio de Ilopango, por una dudosa muerte, bajo sospechas de COVID-19.
Pedro Marín fue ingresado el día viernes 19 de junio en el Hospital San Bartolo, a causa de un repentino bajón en sus niveles de azúcar y problemas respiratorios. Debido a los protocolos sanitarios por el COVID-19, se le realizó una prueba para determinar si era portador de la enfermedad; la prueba resultó negativa y en el hospital se le informó a sus familiares que sería ingresado para mantenerlo en observación.
Los doctores le hicieron énfasis a la familia que en unos días le darían el alta. El martes 23, Apolonia Rivas, hermana de Pedro, recibió una llamada del hospital en horas de la mañana, informándole que su hermano había sido dado de alta.