Recibir el diagnóstico de covid puede causar culpa y discriminación

El panorama provocado por el SARS - CoV-2 les recuerda a los médicos y especialistas de la conducta humana los amargos momentos que el mundo vivió por la aparición del VIH. Hoy recibir diagnóstico covid desborda también el estado emocional de las personas

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Consumir información verificada es importante para no entrar en pánico. / Foto Por EDH-Shutterstock

Por Susana Joma

2021-08-21 11:25:18

Una psiquiatra, un psicólogo e incluso un infectólogo advierten que la salud mental de la población está sufriendo deterioro debido a la covid-19, al punto que en muchos casos ser diagnosticado con la enfermedad genera estados emocionales complicados.

El doctor Jorge Panameño, reconocido infectólogo que labora en el sector privado, sostiene que si bien los médicos han sido preparados para informar a los pacientes sobre sus padecimientos, hay quienes tienden a quebrantarse bastante al recibir esa noticia.

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“Algunas personas (cuando se les dice que es covid-19), sobre todo de la tercera edad, se rompen y comienzan a llorar; uno trata de consolarlos y decirles hay tratamiento, hay mucho que hacer”, comenta.

En el caso de los adultos mayores esta situación, según detalla el doctor Panameño, suele escalar hacia una depresión.

“Muchas de estas personas que tienen covid o que les ha dado covid empiezan a desarrollar sentimientos de culpa, de vergüenza y no lo digo yo, lo dicen investigación sicológicas de vanguardia, las últimas que han salido y las primeras que salieron”

José López, .

Expone que un diagnóstico de covid también afecta el seno de la familia de los pacientes, porque estos generalmente suelen llegar a consultar en compañía de algún pariente.

“No es lo mismo que le digan a uno que tiene un resfriado común a que le digan que tiene covid-19; acuérdese que desde el principio fue vendida como una enfermedad cien por ciento mortal, y eso ha calado profundamente en la sique, en la consciencia de todas las personas”, advierte el infectólogo.

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El impacto, asegura Panameño, no solo es porque se trata de una mala noticia, sino porque la persona experimenta el temor a morir, además el de haber contagiado a elementos de su familia, amigos o vecinos.

“Por eso es tan importante la educación; algo que nunca ha habido en este país es que se eduque a la población sobre qué es la enfermedad, cuáles son los riesgos, quienes están en mayor riesgo, qué se puede hacer para disminuir esos riesgos, que fue exactamente lo que vivimos hace unos ya casi 40 años con la llegada del VIH”, detalla.

Entre la culpa y discriminación

La doctora Yolanda Beatriz Villatoro de Jorge, especialista en psiquiatría y salud mental, coincide con el infectólogo en el hecho de que recibir esa noticia “es un gran impacto”, debido a todo lo que desde el inicio de la pandemia se ha dicho sobre la enfermedad, pero en su opinión no es solo porque se trata de un virus que puede llegar a causar la muerte, sino también por la idea de que conlleva un aislamiento social, al que se suma ese martilleo constante de frases como el “no lleves el virus a casa porque tu familia puede morir”.

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Ella sostiene que es todo ese cúmulo de cosas es el que genera mucha incertidumbre, que arrastra a las personas hacia la ansiedad, así como a un fenómeno de culpa que deriva en angustia.

“Hemos visto en los pacientes crisis de ansiedad intensa, compatibles con crisis de pánico cuando reciben el diagnóstico, (también) mucha irritabilidad, enojo, e incluso (hemos visto) conflictos familiares en (casos) donde han muerto por ejemplo los padres de las familias; han empezado a decir es que mi hermano vino con eso porque no se cuidaba, porque salía y empiezan a haber discusiones entre los hermanos echándose las culpas de quien fue el que empezó primero, quién fue el que se contagió”, manifiesta Villatoro de Jorge.

La psiquiatra, quien se graduó de la Universidad de El Salvador y cumplió su especialidad en el Policlínico Arce del Seguro Social, aclara que los virus son fenómenos de la naturaleza, los cuales suelen provocar situaciones de gravedad como la que estamos viviendo, pero eso es algo en lo que no tenemos culpa.

Según explica, como psicológicamente tenemos la idea de que contagiarnos o contagiar a otros puede ser nuestra culpa se genera en nuestro interior una carga emocional intensa y es por eso que la mayoría de las personas cuando recibe el diagnóstico reaccionan sintiendo mucho miedo, culpa, con pensamientos recurrentes sobre con quienes han estado antes de saberlo.

Villatoro de Jorge reflexiona que si bien a nivel mundial se han hecho esfuerzos para concientizar a las personas que deben cuidarse, al mismo tiempo a los seres humanos se nos ha hecho cargar con una responsabilidad que no nos corresponde en lo que se refiere a controlar un patógeno que está más allá de nuestras manos, considerando que por mucho que se sigan las medidas al cien por ciento siempre habrá una probabilidad de contagio, es decir se darán momentos en que nos vamos a tener que exponer a la fuerza, entonces ya no será nuestra culpa.

La profesional, quien se desempeña como psiquiatra de enlace en un hospital de San Miguel y también ejerce en la Clínica Las Flores, de esa misma ciudad, insiste en que el miedo a la covid -19 no solo se trata del temor al contagio, a sufrir los síntomas de la enfermedad, a fallecer, sino también a que una vez diagnosticado sufrir rechazo de la familia, amigos, vecinos, de la comunidad, como se vio en los primeros tiempos con el VIH.

“Un paciente me decía mire doctora me tratan como perro, me tiran la comida aquí en el piso, afuera, y yo tengo que esperar a que se retiren para poder abrir la puerta y salir a recibir la comida. Ese es un impacto muy grande”, cuenta al destacar lo que se vive en algunas familias.

José Pérez, psicólogo clínico del Instituto de Investigación para el Aprendizaje (IIA), también apunta que la covid, al ser una enfermedad que puede convertirse en letal ha generado prejuicios, discriminación, hacia quienes la sufren y eso es algo que persiste aun cuando se han recuperado, tal como lo han demostrado investigaciones.

Pérez afirma que los estudios psicológicos de vanguardia han puesto en evidencia que debido a prejuicios existentes la gente que recibe el diagnóstico reacciona con preocupación, sentimientos de culpa, tristeza, vergüenza, ansiedad marcada.

El psicólogo agrega que en este contexto muchos de los pacientes recuperados de este mal incluso terminan desarrollando estrés postraumático, entre otros trastornos.

“ En mi experiencia, quienes mayor depresión presentan son los hospitalizados, porque infelizmente el protocolo establece aislamiento. Por eso en lo privado consideramos de vital importancia que si el paciente le es posible en su estado general conserve su teléfono para que pueda tener contacto con la familia”

Doctor Jorge Panameño, .

Primeros auxilios para proteger nuestra salud mental

La doctora Villatoro de Jorge insiste en que todos, como humanidad, tenemos que entender que la situación no es culpa de nadie, porque al dejar de culparnos nosotros será más fácil que podamos sentir empatía por los que se han contagiado de la covid-19, por los que están enfermos y dejar de recriminarnos.

“Si entendemos eso vamos a poder ser amables con el vecino que se enfermó, vamos a poder ser amables con nuestra familia”, precisa.

Ella sostiene que por supuesto debemos seguir las medidas de bioseguridad, hacer todo lo que está protocolizado para cuidarnos, pero al mismo tiempo “podemos mandar mensajes de apoyo (a las personas afectadas), decir estoy aquí, ser un poco más humanos con el trato del paciente que está aislado, tratarlo de forma más digna, estar pendiente de sus necesidades”.

Según indica, en lugar de discriminar hay que estar pendiente de las personas que sufren la covid, lo cual no solo implica ver por su comida, sino también si necesitan algún medicamento, un libro, o incluso conversar porque hoy gracias al avance de la tecnología se pueden tener pláticas por llamadas o video llamadas para hacerlos sentir acompañados.

“Por supuesto si somos nosotros los que recibimos el diagnóstico vamos a sentir miedo, pero también no (debemos) sentir culpa si alguien más se enferma a nuestro alrededor, porque no es culpa nuestra; (hay que) confiar en Dios, acercarnos más a la religión”, expone.

El doctor Jorge Panameño agrega que en el sector privado para evitar que los pacientes que están completamente aislados en el hospital se depriman, toda vez su condición lo permita, les dan oportunidad de tener con ellos su celular para que puedan mantener comunicación con sus seres queridos.

“Lo que tenemos que entender todos, como humanidad, es que esto (del covid-19) no es culpa de nadie. Al dejar de culparnos nosotros va a ser más fácil que podamos sentir empatía por los que están enfermos y por los que se han contagiado y dejar de recriminarlos como si fuera su culpa”

Doctora Yolanda Beatriz Villatoro de Jorge, .

Las palabras del infectólogo indican que mantener contacto con el mundo exterior es realmente clave en la recuperación de los hospitalizados a causa de la covid-19, esto favorece especialmente a los adultos mayores que son propensos a deprimirse, así como a aquellos que tienen hijos pequeños.

“Parte del tratamiento es de ayudarle en eso, con comunicarse, darle ánimos al paciente … ya va a salir de aquí”, indica.

El psicólogo José Pérez también es de la opinión que la familia, los amigos pueden ayudar a los pacientes a que se tranquilicen, mediante ese apoyo emocional, lo que implica no solo estar pendiente de él, sino tratar de normalizar las cosas, sobre todo porque ahora ya tenemos muchas soluciones.

“Normalizar las cosas ayuda al otro, porque uno dice no tengo la peste, no estoy solo, siento el apoyo de mis amigos, de mi familia, primos tíos, de mi mamá, de mis hijos”, comenta.

El profesional de la conducta externa que al paciente también se le puede ayudar una vez que se ha recuperado, esto puede ser subsidiando unas sesiones de terapia breve, sea de forma presencial o virtual; también creando grupos de apoyo entre varias personas que han superado la enfermedad.