El COVID-19 ha generado confusión e incertidumbre en el mundo, muchos expertos han alertado sobre el aumentos de estados emocionales negativos como la ansiedad, la preocupación y el miedo en estos momentos en los que el mundo se sumerge en una crisis sanitaria para la que, posiblemente, ningún sistema de gobierno a nivel global estaba preparado.
El mayor reflejo de lo que se menciona se puede ver en Estados Unidos, la mayor potencia del mundo se convierte ahora en el país con más contagios por coronavirus (592,743) y millares de muertos (24,737) mientras en América Latina los casos van en aumento sin cesar.
La mitad de la población mundial ha sido confinada en sus casas en cuarentenas obligadas para prevenir los contagios, mientras en los medios de comunicación se difunden informes del avance del COVID-19 y las afecciones sociales y económicas que va dejando a su paso.
Ante este panorama, la Organización Mundial de la Salud ha alertado sobre los riesgos para la salud mental de las personas. Altos niveles de estrés y ansiedad así como trastornos del sueño pueden reflejarse en la población cuyo ritmo de vida se ha visto diferenciado y han tenido que adaptar sus actividades al confinamiento.
Casi dos millones de personas se han contagiado de COVID-19 y 124,544 han muerto a nivel global.
Santa Tecla se registra su primer caso. De los 12 contagios positivos detectados el lunes, 10 son locales y dos importados, informó Salud.
“En situaciones emergentes como la que se vive actualmente, es normal sentirse amenazados, además de un sin número de emociones negativas, la mayoría de personas se encuentran en un estado al que en somnología se llama “hipervigilancia”, por lo que el buen sueño, que debe ser de cantidad y calidad adecuado, en el confinamiento se ve afectado por la alteración de nuestro reloj natural interno y secundariamente por la alteración de la presión de sueño”, dice el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) a través del portal de Atención Primaria en Salud.
Durante periodos de crisis o calamidad (terremotos, epidemias, guerras) la mayoría de personas son capaces de controlar su comportamiento y amortiguar el impacto de estos en el sueño, señala la unidad de salud mental del ISSS institución que sugiere practicar algunas medidas a fin, disminuir el impacto de esta emergencia y tener un sueño reparador.
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Nueve medidas para conciliar el sueño en tiempos de crisis
1. Establecer un ritmo regular a la hora de acostarse y despertar a fin de mantener la presión de sueño en equilibrio
2. Exponerse a la luz natural, especialmente en horas de la mañana, aprovecha para salir al balcón, la terraza o el jardín y mantener las cortinas abiertas. Durante la noche la luz tenue estimula para conciliar mejor el sueño.
3. Redirecciona pensamientos y emociones. Ante una situación amenazante es natural sentirse enojado e irritado, utiliza estas emociones para convertirlas en acciones positivas. Puedes escribir tus pensamientos o crear historias, entre otros.
4. Actividad física, autocuido, tiempo para ti mismo. El ejercicio físico en horas de la tarde ayudará a conciliar el sueño, una rutina de aeróbicos ayudará a sentir una sensación de gratificación y bienestar que facilitara el sueño.
5. Restringe el tiempo en la cama, evita comer o ver televisión en la cama, de ser posible no vayas al dormitorio hasta que sea la hora de descansar. No es recomendable hacer sientas sobre todo si no estás acostumbrado en días normales.
6. Mantener una rutina antes de dormir, esto te permitirá acondicionar el cerebro a que es la hora de ir a descansar.
7. Ir a la cama hasta que sientas sueño
8. Evitar o minimizar bebidas como el café, té negro, energizantes o sodas.
9. Desconectarse de las pantallas, la luz de dispositivos electrónicos bloquean la secreción de la melatonina, hormona necesaria para desencadenar todos los procesos fisiológicos del sueño, manifiesta el ISSS. Según la Academía Americana de Medicina del Sueño estos deben ser apagados 30 minutos antes de dormir.